Prólogo

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Queridos y malditos Dioses del amor.

Soy un humilde mensajero del dolor y de la pasión desatado en el mundo, y con esta carta, tengo la oportunidad de dar a conocer que su querida creación ha esclavizado a mujeres y hombres en el camino de esa ilusión de funcionar su incompleta alma con otra.

Con qué intención dejar suelto un sentimiento que no puede ser ni comprendido, ni valorado ni utilizado por esos salvajes; que ha causado tantos conflictos internos en ellos, que incluso ha enviado a muchos al borde de la locura.

He aquí una pequeña ofrenda de su olvidada obra, he aquí una realidad que ustedes prefieren ignorar a toda costa.

Ustedes, distinguidos Amos, sean conscientes de las secuelas de sus actos y háganse responsables del sufrimiento de estos perdedores. No comprendo porque crear algo que fácilmente puede desviarse, y además atreverse a dejar a la deriva hasta el punto de que se transforme en algo tan carnal y vacío de empatía.

Abandonaron al "amor" a disposición de cualquier humano, pero pocos son virtuosos que logran concretar con alguien, darles a algunos la facilidad eterna y la habilidad de olvidar, en cambio en otros son torturados de por vida.

Es un fastidio leer esas cartas, estoy harto de sus peticiones, prefiero enviarles directamente a ustedes, las estupideces que me envían sus queridas víctimas. Solo pido que ya no me involucren con esos desdichados.

Siempre recomiendo algún tipo de manual para que finalmente sus usuarios puedan utilizar correctamente este sentimiento, que a la par es tan destructivo y hermoso.

Aunque no todo es malo, me motiva la forma tan bella que muchos lo gozan, a pesar de haber vivido historias llenas de traición y de afecto; de desilusión y compañía; y entre otros infortunios casos, aun así insisten en encontrar a ese mal pensamiento de la "persona ideal", vaya estupidez e ingenuidad de los humanos.

Con todo respeto, como un fiel servidor del Amor, pido irrevocablemente la renuncia, envíen a otro más desdichado a mi puesto, me encuentro exhausto del dolor y sufrimiento que han provocado.

Atentamente y con el respeto que se amerita, les pido a todos ustedes, pueden irse al infierno.

Cartas de los Perdedores (Solo cartas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora