Mientras miraba el mar, hago memoria de la ocasión compartida con una maravillosa chica, ella con lágrimas en los ojos, me dejó en claro que no sabía apreciar el buen amor que me brindaba. Su cariño era sincero, tierno y apasionado; en realidad lo era, sin exagerar, no podía negar que tenía una hermosa forma de amar.
Y ella no se imaginaba cómo me partía el alma, al verla con los ojos llenos de lágrimas, así que la miré tiernamente y le sonreí, me acerqué para abrazarla tan fuerte como me fuese posible y sellé el momento con un suave beso en la frente.
Respiré profundo y le dije:
- Estás en lo correcto, no sé apreciar el amor que me brindas y por eso mismo te rechazó, además fingir amarte es más doloroso que rechazarte. -
Respire profundo, miré esos ojos rojos y continúe:
- En serio lo digo, estoy consciente de la hermosa mujer que eres y por ese motivo no quiero guiarte a la desgracia de dolor y desamor. -
Me callé por un momento mientras organizaba mis palabras:
- No aspiro a lastimar ese amor tan profundo que brindas, no deseo quitarle el privilegio a otro que en verdad puede amarte e incluso mil veces más, de cómo lo haces tú. No te conformes con mi amor no correspondido, y no marchitez ese hermoso corazón que tienes. -
Ella me miró, brotaron las últimas lágrimas de sus ojos, me sonrió y me dijo:
- Siempre serás un idiota, pero un idiota sincero y personas como tú... Existen muy pocas. -
Secó sus lágrimas y me desconcertó con esta frase:
-Sé que habrías tenido suerte si alguien como tú, te hubiera rechazado. -
Mi sonrisa fue cortada, mis ojos se nublaron y surgió en mi mente el leve recuerdo del rostro de esa bella mujer que se había llevado todo mi amor. Y le contesté:
-Si en mi pasado alguien así me rechazaba, en definitiva hoy, no tendría la conciencia de una persona tan sincera, y estoy seguro, poseería el apetito de ser otro idiota más que solo desea acostarse contigo. -
Ella me abrazó y nunca más me habló.
Sé que jamás dio confianza en mis palabras, y con respecto a su desaparición espontánea, me confirma que en su mente, mi respuesta sincera; fue una excusa barata para evitar una relación con ella. Me produce una agonía imaginar, que en realidad dentro de su corazón, nunca me consideró como: su idiota sincero.
En el lugar donde te encuentres, gracias por todo.
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Cartas de los Perdedores (Solo cartas)
PoezjaAquí se encuentran las cartas que nunca recibiste y las que jamás te atreviste a entregar. Todo aquellas olvidadas coyunturas, se encuentran aquí.