✿Cálido Rayo de Sol✿| III One-Shot |

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-Escúchame; estás enamorado. Perdido, ido. A estas alturas ya ha logrado apoderarse de tu corazón, ¡pero no es que te quedes aquí quieto que podrás cambiar las cosas!-

¿Cómo terminaron en esa situación? ¿O más bien, cuando Hlökk se había mostrado tan dispuesta a ayudarlo?

Estaba agitada y más nerviosa de lo que debería, sus labios formaban una mueca y sus manos sostenían un libro en la mano. Se quedó mirando la portada con una mirada sombría, pero después de unos momentos había decidido hojear las páginas con atención distraída.

Jack trató de decir algo, pero lo único que pudo obtener a cambio fue un bufido y algunos gemidos.

-No es con estas cosas que podrás progresar.- tiró el libro detrás de él y por el ruido que siguió, lo más probable es que acabara de romper un jarrón de porcelana, pero no parecía importar.

-¿Quién diablos inventó estos métodos mediocres?-

-My lady, no es bueno que se enoje así.- Jack se sentó en el sofá, con las piernas cruzadas y una taza de té colocada en la mesa de café junto a él. Sus ojos recorrieron la habitación, porque la Valquiria aparentemente se las había arreglado para poner todo patas arriba.

"Se supone que tengo que limpiar este lugar de nuevo."

-¡Ah, no interfieras Jack! ¡Estoy pensando!- Hlökk se sentó en la silla más cercana, cerró el libro de golpe y miró hacia arriba, con los ojos cerrados en una expresión concentrada.

-Necesitamos encontrar una declaración original. Ya tengo algunas ideas pero no es suficiente.-

-Estirando demasiado su mente podría ser contraproducente, my lady.-

Era un hermoso día soleado, cálido y acogedor, pero aunque el ambiente era de lo más pacífico, no se podía decir lo mismo del alma del asesino más famoso y despiadado del mundo entero.
El amor era un sentimiento intenso e inusual que solo podía explicarse con palabras. Quería aclarar esos sentimientos que tanto lo confundían, pero en compañía de Hércules todo perdía su significado. Solo él existía.

No le había llevado mucho tiempo darse cuenta de que lo suyo era amor, pero la situación era mucho más compleja de lo que uno podría pensar, al menos según la joven Valquiria que estaba a su lado y que no hacía más que quejarse o encerrarse en pequeños silencios reflexivos.

-Quizá el arte del noviazgo no estaría mal, por otro lado creo que te inclinas por esto.- murmuró Hlökk más para sí, ignorando las palabras que Jack le había dirigido poco antes: -Pero primero deberíamos comprobar si también está interesado o no. ¿No puedes comprobarlo con tus propios ojos?-

Y ese era el punto.

Una parte de él, la más oculta, ¿es humana? Gracias a su dios, ¿podría realmente seguir considerándose un ser humano, a pesar del mal hecho? - estaba inseguro, tenía miedo de algo.

¿De ser rechazado, quizás?

-Oye, ¿me estás escuchando?-

-Creo que voy a dar un pequeño paseo para despejarme la cabeza.- se levantó de su sofá y con cuidado posó su mirada en Hlökk, quien parecía estar observándolo con cierta aprensión como si se hubiera cavado en su alma.

-Hércules te ama, es obvio. Incluso un ciego se daría cuenta. Entonces, sea lo que sea que esté pasando por tu cabeza, ¡olvídalo!-

Después de hacer una pequeña reverencia, Jack se fue. Cerró los ojos por un momento, tratando de llegar a la abertura lo antes posible, su corazón estaba alborotado. Miró por encima del hombro por última vez y vio a su joven amigo cogiendo el libro y leyendo algo.

Hércules/Jack | One-Shots Donde viven las historias. Descúbrelo ahora