Capitulo 13

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Desperté y a mi lado no había nadie, no esperaba que él se quedara toda la noche y despertara a mi lado con una sonrisa encantadora, no lo quiero ni ver, y tampoco quiero verme a mí, me doy asco, me pregunto en qué diablos estaba pensando, y aunque quiero pensar que me arrepiento se perfectamente que no es así, porque de ser así, me encontraría llorando pidiéndole perdón a mi madre, no me siento culpable, pero siento asco de mi al saber que tuve una noche caliente con una de las personas más peligrosas de Rusia, la persona que me secuestro, y lo peor es que no me arrepiento de haberlo hecho.

Y eso definitivamente es lo que me molesta.

Me levanto y veo la hora en el reloj que se encuentra sobre la mesa junto a la cama, son las ocho y cuarenta y seis, a las diez debemos partir a Siberia donde Michael tiene la propiedad en donde nos hemos estado quedando. Para serles sincera realmente me relaja el hecho de saber que volveremos a esa mansión en la que a pesar de todo me siento segura, sé que ahí no pueden lastimarme, y que nadie podrá atravesar las puertas de esa mansión para secuestrarme, sé que las veces que salga debo hacerlo con Dan y Michael, supongo que hasta que Michael tenga algo más de confianza en mí y crea en mi palabra de que no intentare escapar me dejara por fin salir sola con los guardaespaldas que asigno para mí.

No negare el hecho de que es agotador el tener cuatro gorilas armados siguiéndote a todos lados y un rastreador que llevo detrás de la oreja, se tomó como provecho el hecho de que es cubierto por la tinta de un hermoso tatuaje de un libro abierto con letras desordenadas, este tatuaje me lo hice cuando tenía dieciséis, lógicamente lo hice a escondidas de mis padres, mi madre casi me mata en el momento en que lo vio pero ya era tarde pues la tienta ya estaba en mi piel y no había forma de borrarla.

Tome la maleta que había llevado y busque un pantalón de deportivo junto con un suéter color vino y mis deportivos blancos, tras darme una ducha y organizar todo salí de la habitación encontrándome con Dan y los otros guardaespaldas en el pasillo.

- ¿Listos?

- Cuando usted mande- dice Dan con una sonrisa y asentí dándoles la orden. Un moreno tomo mi maleta y se posiciono detrás de mí, por lo cual quede en el medio de cuatro guardaespaldas ya que dos iban delante de mí y los otros restantes detrás.

Al bajar las personas me miraban sorprendidas, no entendía el porque y tampoco me importaba mucho, sin embargo, la curiosidad mata al gato y le pregunte a Dan qué demonios pasaba.

- La miran así porque esta vestida deportiva en un hotel sumamente costoso y elegante y como si fuera poco está rodeada por cuatro guardaespaldas- dice y asiento dándole la razón... tal vez no debí ponerme esta ropa.

Llegamos hasta una camioneta cuatro por cuatro negra con los vidrios polarizados y Dan me abre la puerta para que suba, dentro se encuentra Michael viendo su celular, por mi parte me encuentro con los nervios a flor de piel, no quiero escuchar lo que él tiene para decir con respecto a lo que sucedió anoche, se perfectamente que cometí una estupidez y me deje llevar por los pensamientos irracionales que pasan por mi cabeza cuando la lujuria toma control de ella.

- Buenos días- dice viendo su celular, mandando mensajes a dios sabrá quien.

- Buen día- digo y la camioneta emprende camino a la pista. No hablamos más durante todo el camino y es algo que realmente agradezco.

Al llegar a la pista subo con Sara y Dan al avión, Michael ya se encuentra en este junto a Sebastian, agradezco el hecho de que ninguno de los dos me dirigiese la palabra, pero la poca paz y felicidad que tenía me es arrebatada cuando Sara me pregunta:

- ¿Qué sucede entre Michael y tú?

- ¿Ah?

- Si mi niña, ¿Que sucede entre Michael y tú? No creas que no me he dado cuenta de que no se dirigen la palabra y se miran de vez en cuando sin que el otro se dé cuenta, puedes contarme con confianza, ¿qué sucede?

El Secuestro De Thalia  (Vasiliev libro #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora