Capitulo 19

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Mini maraton 1/5

Corro, corro con toda la velocidad que mis piernas me permiten, el viene detrás de mí con intenciones de matarme y lo lograra. Escucho los disparos de fondo, esos que pueden atravesar la cabeza del hombre que amo, o la cabeza del que se ha convertido en mi único amigo en toda esta aventura, o la mujer que me ha aconsejado como si fuera una madre, o incluso los disparos que pueden atravesar mi cabeza.

Me niego, por lo cual sigo corriendo en busca de una salida, pero sé que después de todo lo que le hice, si no me mata esta noche lo hará en otra oportunidad, el no descansará hasta tenerme quince metros bajo tierra. En la mafia, la venganza es la mejor motivación, y motivos a él le sobran para matarme.

- ¡Thalía!

- ¡Disparo! - grito levantándome de golpe algo mareada.

- Fue una pesadilla pequeña- dijo Michael envolviéndome en sus brazos entregándome la paz que necesito para mantenerme cuerda- ¿qué soñaste?

- Yo... estábamos a punto de morir, nos perseguían y... y-yo no podía verte t-tu no... no estabas ahí, te iban a matar- dije y el negó repetidas veces con la cabeza.

- No nos mataran, nadie nos tocara, yo me encargare de protegerte.

- Es hora... hay que matarlos antes de que ellos nos maten a nosotros- le digo a Michael.

- Bien, pero no lo podemos hacer aquí, los llevaremos a una bodega, pero antes tenemos que planificar ese traslado, no podemos correr riesgos- dice y yo asiento, intento ponerme de pie, pero no pasa mucho cuando me caigo- ¡Thalía!

- ¡Estoy bien! No te preocupes, organiza el transporte, fue solo un traspié- dijo y el me miro poco convencido, sabe que no fue solo un traspié, pero también sabe que no lograra nada insistiendo con que me quede o con el hecho de que tal vez si debería ir al doctor.

(***)

Bajo las escaleras que van hacia el sótano en donde se encuentran Alana y Nick, abro la puerta de metal que me da paso a una horrorosa imagen, se puede decir que estas dos personas dan asco, lo peor del caso, si es que se puede decir así, es que yo no siento ni una gota de culpa, ellos mataron a mi madre y también hicieron lo mismo conmigo, estaba al punto de suplicar por mi muerte, sin embargo, quería ser fuerte por mi madre, y aunque ella este muerta seguiré siéndolo porque vengare su muerte.

- ¿Cómo se sienten? - pregunto con burla y una mirada arrogante ante el par de ojos que me miran con desprecio.

- ¡Maldita perra! Cuando escape de aquí me dedicare a perseguirte – amenaza Alana con voz ronca.

- Déjate de tanta amenaza, que de aquí sales, pero muerta- respondo apuntándola con mi navaja- por otra parte, serán trasladados el domingo por la tarde, prepárense, no será nada bonito lo que está por venir, mientras tanto... Dan, necesito que levantes a Alana y la cuelgues en la barra de hierro.

- ¡¿Que le van a hacer?!- pregunta Nick desesperado y yo sonrió ampliamente.

- Calentaremos la barra de hierro mientras ella la agarra, y si la suelta tendrá una descarga eléctrica, no te preocupes, luego de que me canse de ver la imagen de tu hermana sufrir, te toca a ti- dije y el me miro horrorizado- ¡vamos Nick! No me veas así, ¿no recuerdas cuando nos hiciste eso a mí y a mi madre?

- ¡Le quemaras las manos!

- ¿Y?

- ¡Yo no queme las tuyas!

- ¡Quemaste las de mi madre!

- ¡Maldita loca!

- ¿Y qué? Que no se te olvide que puedo provocarle una muerte lenta y dolorosa a tu hermana mientras ella se desangra tú lo veras todo, lo he considerado, aunque me sigue gustando más la idea de dispararle en la cabeza, ya sabes, justo aquí- digo colocando el filo de mi navaja entre sus cejas.

El Secuestro De Thalia  (Vasiliev libro #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora