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MinJeong se había levantado como siempre, tarde, la Omega era demasiado dormilona, incluso podía dormir casi quince horas seguidas.

—Buenos días mamá, buenos días omma.—Dijo la Omega tomando una de las tostadas.

—Buenos días pequeña.—Dijeron la Alfa y la Omega al unísono.

—Voy tarde, nos vemos al rato, las amo.—Dijo MinJeong tomando su mochila y saliendo de su casa.

Sus madres se miraron cómplices, sabían que su única cachorra era toda una dormilona y descuidada.

—¿Hoy no te tocaba despertar a Winter, Lisa?—Dijo la Alfa mirando a su Omega.

—Jisoo, fui y la desperté como tres veces, no reaccionaba así que dejé que siempre pasara lo que pasa todos los días.—Dijo la Omega haciendo un puchero.

—Está bien, te amo, corazón.—Dijo la Alfa dándole un beso a la Omega en la mejilla.

—Y yo a ti, Alfa.—

Kim Jisoo y Lalisa Manoban eran las madres de aquella Omega dormilona, ambas amaban mucho a su pequeña hija aunque se la pasara durmiendo todos los días.

Kim Jisoo y Lalisa Manoban eran las madres de aquella Omega dormilona, ambas amaban mucho a su pequeña hija aunque se la pasara durmiendo todos los días

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JiMin había comprado un ramo de rosas rosadas, si, a MinJeong le encantaba las rosas, pero más si eran de color rosa.

—Estoy segura que éstas le gustarán a mi linda Omega.—Dijo JiMin caminando con el ramo de flores en su mano.

Antes de entrar al instituto, fuera o no fuera tarde, siempre se veían antes en un pequeño callejón, dónde ambas se iban a ver o necesitaban del aroma de la otra, se veían ahí y estaban un ratito juntas.

Aún no se sentían listas para exponer el cortejo, JiMin sabía que MinJeong era una de las Omegas más codiciadas entre los y las Alfas, su aroma era único y adictivo, tenía un cuerpo que haría a cualquier Alfa delirar, era perfecto.

Era tan perfecto que JiMin sentía mariposas revolotear en su estómago cuando veía la hermosa sonrisa de la Omega.

JiMin creía que sus oportunidades con aquella hermosa Omega estaban muertas, pero no era así, MinJeong desde que vio a JiMin cómo una estudiante nueva, deseó y anheló que ésta le pidiera cortejo.

A ambas se les cumplía su sueño, tenerse mutuamente, claro, todo a su debido tiempo, pero ambas sentían sus pancitas llenas de mariposas cuando veían lo hermosas que eran ante sus ojos.

Por fin habían llegado, JiMin sabía que la Omega era muy dormilona -por eso su parada en la floristería- así que se había demorado un poco o eso creía.

Ambas habían llegado al mismo tiempo, JiMin viendo la radiante sonrisa de MinJeong, y MinJeong viendo el hermoso rostro de JiMin.

—Hola preciosa.—Dijo JiMin viendo a la Omega, ambas sonrojadas.

—H-hola Kari.—Dijo MinJeong sonrojada.

MinJeong se sintió culpable al no traerle algún detalle a JiMin, sabía que aquellas rosas en las manos de la Alfa eran para ella, ¿Pero de qué serviría si MinJeong no le trajo nada a la Alfa?

—Son para ti, cariño.—Dijo JiMin estirando sus brazos y entregando el ramo de rosas a la Omega.

MinJeong las recibió y las olfateó, amaba el aroma a rosas frescas, aunque debía ponerlas en agua si no quería que se marchitaran.

—Gracias Karina.—Dijo la Omega sonrojada.

—Perdón, pequeña, tal vez no pueda regalarte cosas tan caras como un collar de diamantes o anillos de oro puro, pero estos pequeños detalles son todo lo que puedo ofrecerte.—Dijo JiMin cabizbaja.

A MinJeong se le partió el corazón, esa Alfa era la mejor de todas y todos y no tenía que disculparse por eso.

—Kari, adoro y amo estos detalles que tú me das, no necesito oro ni diamantes para ser feliz, lo único que necesito es saber que la Alfa me va a proteger y amar.—MinJeong se acercó y mientras sostenía con una mano el ramo de rosas, con la otra tomó la mejilla de JiMin.

—Rina, soy yo la que debe pedir perdón, no te traje nada.—Dijo MinJeong dando un suspiro acompañado de una sonrisa cálida.

—No mi bella princesa, con tan solo poder verte y abrazarte es todo lo que necesito, te doy esos detalles porque soy yo la que inició el cortejo, y soy yo quien quiere consentir a la bella Omega que los Dioses han mandado a mi ser.—Dijo JiMin dejando caer su cabeza en la suave palma de la mano de la Omega.

A pesar de no ser nada oficialmente, ambas sentían que no necesitaban de las palabras para saber que ambas se amaban.

Tenían algo muy en claro en toda esta situación, Kim MinJeong era la Omega de Yoo JiMin, y Yoo JiMin es la Alfa de Kim MinJeong.

Entre ellas sabían de la hermosa relación que había, aunque por el momento solo era de cortejo.

Tanto las madres de JiMin como las de MinJeong estaban enteradas sobre el lazo que unía a ambas, de hecho, JiMin y MinJeong habían organizado una cena para que ambas familias se conocieran.

Las madres de ambas habían hablado de varias cosas, las actitudes de sus hijas cuando estaban juntas y demás cosas que vieron en la pareja y en el cambio que tuvieron cuando iniciaron la etapa de cortejo.

Las madres de MinJeong le dieron su aprobación a JiMin, mientras que las madres de JiMin le dieron la bienvenida a la joven Omega a la familia Yoo.

Ambas querían crecer más, casarse, tener sus cachorritos y su nidito de amor, eso era lo que querían Kim MinJeong y Yoo JiMin.

Ambas querían crecer más, casarse, tener sus cachorritos y su nidito de amor, eso era lo que querían Kim MinJeong y Yoo JiMin

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𝗦𝗪𝗘𝗘𝗧 𝗔𝗟𝗣𝗛𝗔 ── Winrina g!pDonde viven las historias. Descúbrelo ahora