9. taxi

3 0 0
                                    

-¿Entonces pensaste que había muerto?- dijo con calma el chico de ojos gatunos

-si...-

La risa del chico hizo que Jimin lo mirara confundido.

-¿Porque te ríes?-

-Es solo que, eres muy tierno Jimin- simuló limpiarse las lagrimas mientras calmaba su risa -nunca pensé que alguien algún día me encontraría tirado en el suelo y pensaría que ya estire la pata-

-¡pe-perdón! ¡no era yo el que estaba en el suelo todo tieso! ¡no deberías burlarte así de mi!- dijo frunciendo el seño mientras se alteraba un poco, pero para Yoongi solo lo hacia ver mas adorable que antes, sus pequeñas manos hechas puño eran demasiado graciosas y bonitas.

-alguna vez te han dicho lo nada intimidante que te ves al hacer eso, no puedo tomarte enserio si haces esa cara-

-¿que? ¡yo puedo ser muy intimidante!-

-¿enserio?- la sonrisa de Yoongi intimido a Jimin, puesto que el no olvidaba que el chico frente a el no dejaba de parecerle tan atractivo.

-si... que mi apariencia no te engañe, soy muy intimidante cuando yo quiero- trató de sonar firme en sus palabras mientras mantenía su mirada en los ojos de Yoongi.

-vale, te creo, parare con esto, además que clase de idiota seria si molesto al chico que me ayudo en vez de dejarme tirado en el suelo hasta que las hormigas me llevaran a su nido y me comieran de a cachitos, creo que ya debo irme, mi madre necesita explicaciones-

-¿vives con ella?- 

-si, se que tengo 28 pero mi madre no me deja ir- dijo riendo -me dijo consigue una esposa bonita que cuide de ti y podrás irte-

- Y ¿quieres una esposa bonita?- dijo con un tono bajo.

- no lose, realmente no tiene que ser una mujer supongo, solo tiene que amarme y eso es todo-

-oh, entiendo- Jimin trato de ocultar su felicidad al oír que a Yoongi no le importaba el genero de su futura pareja, al parecer era un hombre maduro de mente abierta, perfecto para el.

Ambos caminaron por las calles de Seúl tranquilamente hasta donde el mayor pudiera tomar un taxi para irse a casa, ahora a Jimin si le interesaba conseguir su licencia de conducir, podría ver a Yoongi e incluso llevarlo a su casa. 

Yoongi paró un taxi en una de las esquinas de la calle -bueno, gracias por todo Jimin, te debo una, nos vemos- sonrió y prosiguió a subirse al taxi 

-adiós- 

Jimin volvió a casa analizando todo, preguntándose ¿Qué es lo que esperaba de ese chico? o ¿Qué es lo que esperaba de si mismo?.

-olvide pedirle su numero- 



No hay perdón para los monstruosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora