Damian X Raven *Herencia -El heredero de los ojos esmeraldas-*

Sentimientos reprimidos.

Centro de Detención de Alta Seguridad, Santa Catalina.

En el pasado.

El suelo de aquel lugar se encontraba húmedo, aquella llovizna no había parado en toda la noche y apenas había cedido cuando el sol se asomo por el horizonte, posteriormente el sol empezó a calentar aquel día pero a pesar de esto se sentía helado el ambiente y el frio sin duda provocaba mas que un resfrió a quien estuviera desprevenido.

En aquella institución de reclusión donde aquella pared gris no era capaz de mantener tibias a las reclusas albergadas en su interior, se escuchaba una voz en uno de los cuartos, y apenas unos pasos en los pasillos que indicaban que los guardias estaban cambiando su ronda de vigilancia.

Por qué tan callada Gordon, acaso no estas feliz de que puedas salir al menos un momento de este lugar?, o es qué el maldito frio de hoy te tiene helada?  -dijo el hombre recargado en una silla- 

La joven de cabellos rubios miro a aquel hombre con aquella mirada altiva que tenia, ciertamente cualquier comentario que hicieran le daba igual. 

Cuanto tiempo mas tengo que esperar sentada aquí? -pregunto la rubia con molestia y aburrimiento, ya llevaba mas de una hora sentada en el mismo lugar y eso la cabreaba- 

-Sacando un cigarrillo- mmn... -metiéndoselo en la boca encendiéndolo- hasta que aquel hombre de  C.I.A. venga por ti, me dijeron que te tuviera en este lugar, por lo que tendrás que ser paciente, ademas... -mirando su reloj- apenas son las 10:00 am...

No se supone que en este lugar esta prohibido fumar, Wattson? -respondió la rubia mirando al hombre- 

Je,  sí, tan prohibido como lo es dejar salir a una prisionera -mirándola con una sonrisa triunfante- 

Sabes? -dijo la rubia mirando las esposas de sus manos- ...podría matarte ahora mismo... -alzando la mirada- sólo seria cuestión de minutos, de aquí a lo que llegan esos estúpidos o cualquier guardia, ya hubieras dado tu ultimo suspiro... -

La voz de la joven superficial, era seca y  fría, como si quisiera hablar enserio. 

Jajajaja -rio el hombre escandalosamente- tú no eres una asesina Gordon -mirándola soltando un poco de humo del cigarrillo- sinceramente dudo que te atrevas a matar a alguien

Qué te hace pensar eso?, si bien... "hundí"  a mi padre... puedo ser muy mala... -mirando su reflejo en la mesa de metal- 

No sé... no estas loca ciertamente, todos tus movimientos son fríos y calculados -llevándose la mano a la barbilla- pero estoy seguro que no me matarías por varias razones... 

Aquel hombre levanto un poco la mano y empezó a numerar las razones conforme las decía.

Primero -levantando un dedo- tu no eres una asesina, claro que conspiraste con tu padre, pero en mano propia no mataste a nadie, segundo -alzando otro dedo- has tenido muchas oportunidades para matar a mas gente, desde tu compañera de celda, hasta a mi como dices jajaja, pero no lo has hecho, tercera -alzando otro dedo- no te gusta hacer cosas innecesarias, no tendría ningún sentido matarme, no ganarías nada, sólo perderías.

Placer personal... -interrumpió la mujer, apretando ligeramente el puño- tal vez, verte muerto me provoque placer personal...

-Riendo- jajaja lo dudo, a la única persona que creo que te gustaría matar seria a tu padre, y tal vez a ese reportero odioso del  "IN" 

No me hables de ese imbécil! si lo tuviera enfrente nuevamente te juro que le golpearía el rostro tan fuerte que perdería esa estúpida sonrisa que presume -reclamo la mujer mientras sonaba una pequeña alarma, que avisaba que se había cumplido otra hora-