Amor Sin Condición [Matt Hunter]

Capítulo 3

Después de ese "gran espectáculo", me dirigí hacia el salón de clases de matemáticas. Tomé todas las clases que había que tomar hasta el receso. Salí del salón y me dirigí hacia algún lugar donde pueda sentarme a comer. Saqué de mi mochila un termo con agua y un sándwich de queso, y mientras tomaba un poco de agua, Jessica se acercó, se sentó a mi lado y dijo:

—Cuando se presente la oportunidad no la desperdicies.

—¿A qué te refieres?

—Estoy hablando de Matt, obvio. ¡Esa sonrisa es de amor a primera vista!

—Jessica, nadie se enamora a primera vista...

—Sólo creeme, no la desperdicies.

Matt pasó por delante de nosotras, se detuvo y dijo:

—Hey chicas, fiesta en mi casa esta noche a las 9:00pm. No falten.

—Claro, ¡ahí estaremos! —dijo Jessica antes de que pudiera hablar.

—Pero, Jess... —Ella me pellizcó el brazo, sonriendo. Matt sonrió y se fue.

Jessica dirigió la mirada hacia mi, la cual era una mirada penetrante, y dijo:

—¡Vas a ir a esa fiesta sí o sí!

—¡Pero si no se dónde vive Matt! —le dije, pero no pareció darle importancia.

—Yo te busco a tu casa. Y vistete lindo.

—No sabes dónde vivo —dije, para ver si salía de ella.

—¿Dónde vives?

—Calle José Espinosa #14 —lo consideré y pensé que sería buena idea ir a la fiesta, así que se la dije. Además, ya quería que me dejara comer tranquila.

—¡Ahora sé dónde vives! Paso por ti a las 8:45.

—Hahaha, ok.

Sonó la campana, lo que significaba que era hora de tomar más clases, a las cuáles no les presté mucha atención ya que me la pasé pensando en la fiesta.

Sonó la campana de ir a casa y salí disparada del salón y me dirigí hacia la entrada de la escuela. Mamá estaba mal estacionada así que me hizo muchas señas para que yo la viera. Entré al auto y nos fuimos a casa. Mientras mamá conducía me dijo:

—¿Cómo te ha ido hoy?

—Para ser el primer día... no está mal. Hasta me invitaron a una fiesta.

Antes de que mamá pudiera responder, mi hermanito Estiben dijo:

—Uuuuh fiesta, ¡al fin una noche sin ti!

—¡Pequeño bicho! —le regañó mamá— ¿Cuándo es?

—De hecho, es hoy en la noche, a las 9:00. Pero no te molestes en llevarme, una amiga pasará por mi.

—Bueno, te dejaré ir pero con una condición —dijo mamá como una advertencia.

—No te preocupes, mamá, no tomaré alcohol... —dije, y por poco le ruedo los ojos.

—Más te vale...

Llegamos a casa y corrí hacia mi habitación. Me vestí con unos shorts y una franela, y salí a almorzar.