Historias del Hospital Maldito

Parte 1

Yo era un chico que hacía exploraciones urbanas a lugares abandonados, un día recibí una llamada de un lugar al cual no querria ir la recepcionista era muy amable quería que fuera a realizar una entrevista a los trabajadores del hospital.
Al inicio no le preste demasiada importancia pensaba que era una broma me dijo que había diferentes casos, me llamó la atención sin embargo le dije que no.
Con el pasar de los días me fue dando curiosidad al punto llamar al hospital y preguntar si todavía estaban interesados en que fuera a realizar la entrevista, me dijeron que me llamarían para darme la dirección del sitio.
A la semana sono mi celular era la llamada esperada la recepcionista me dijo que pasara la próxima semana en la noche, el hospital estaba en la zona centro de la ciudad.
Era una construcción muy vieja pero imponente a las vista tenía más de cinco pisos lo han ido remolando ya que la construcción del edificio estaba diseñada como una cárcel y además el edificio era de los años 50.
En el sitio apenas entre sentí un aura oscura me sentí pesado como si el sitio intentará alejarme pero me dijeron que ocurrían sucesos paranormales en el sitio, pero nunca me dijeron que el hospital estaba maldito.

La primera historia que me contaron fue sobre la cárcel que quedaba antes en el edificio me contaron que en esa cárcel ocurrieron desde asesinatos hasta desapariciones, reinaba la anarquía.
Torturaban y usaban a sus presos como sujetos de experimentos a órdenes del gobierno la que más me llamó la atención fue la de un preso de guerra conocido como 66 al cual torturaron según el relato.
Se dice que el preso 66 intentó muchas veces escapar del penal pero todas fueron infructuosas el penal tenía mucha seguridad un día el inicio un motín.
En el motín se incendio todo dejando nada más los cimientos donde construyeron el hospital se dice que el preso 66 se lamenta con cadenas vagando sin un rumbo por los pasillos del hospital.
Los trabajadores dicen que el preso 66 arrastra unas  cadenas que por donde pasan anuncian la muerte, el hospital ha sido bendecido muchas veces y el preso 66 sigue aquí arrastrando sus cadenas y llevando muerte y soledad.