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Jeongin iba retardado a su clase y eso sí que le ponía de nervios... Aunque bueno, no es como que fuera del todo tarde, pero tenía los minutos exactos para llegar a la escuela, llegar a su salón y sentarse en su lugar antes de que el maestro llegara.

Pero algo le detuvo, o mejor dicho, alguien. Hyunjin estaba en el costado de la escuela, el humo salía lentamente de su boca y sus ojos estaban cerrados. Sus largos dedos dirigieron el cigarrillo encendido a sus labios y dio otra calada, lo retiró y expulsó el humo mientras con su pulgar daba unos cuantos golpecitos en el extremo del cigarrillo para tirar la parte ya consumida. Jeongin se sintió embelesado ante tal imagen.

De pronto, Hyunjin alzó la mirada y Jeongin sintió que todo en él se alteraba.

-¡Hey, Jeongin! ¡Ven!-llamó el pelinegro y el aludido sintió que había escuchado mal hasta que vio a Hyunjin haciendo un movimiento de cabeza, incitándolo a acercarse. Jeongin caminó inseguro.

Una semana había pasado desde su primera conversación, desde el primer cigarrillo de Jeongin y desde ese día no se habían vuelto a cruzar la palabra, sólo se limitaban a simples miradas y pequeños asentimientos de cabeza a manera de saludo, pues la mayor parte del tiempo se encontraban con sus respectivos amigos.

Pero ahora estaban ahí, solos, únicamente ellos dos. Eso hacía que los nervios aumentaran en el cuerpo de Jeongin.

-Hola, Innie-saludó Hyunjin.

-Ho-hola, Hyunjin. Vamos tarde a clase, apurémonos-fue el saludo de Jeongin.

-¿Cuántas faltas tienes con ese profesor, cariño?-preguntó Hyunjin tirando su cigarrillo al suelo y pisándolo para que así se apagara y dirigió su mirada al lindo chico frente a él.

-Dos. ¿Por qué la pregunta?

-Porque necesitaba saber qué tan culpable me sentiría, pero ahora veo que no lo haré, porque no arruinaré la asistencia perfecta de un lindo chico al pedirle que se quede conmigo.

-¿Quedarme contigo?-preguntó con un hilo de voz, sintiendo que su corazón saldría de su pecho en cualquier momento por la rapidez con la que latía y su rostro se tiñó de un leve tono carmesí.

-Sí. ¿quieres que vayamos a algún lado o simplemente quieres que nos sentemos aquí?-preguntó Hyunjin, sin dejar de mirarlo.

Jeongin miró nervioso la entrada de la escuela y cómo muchos entraban corriendo para llegar a sus respectivas clases. Él tendría que estar haciendo lo mismo. Miró a Hyunjin mordiendo su labio. Sólo tenía dos faltas, una tercera no podría afectar mucho ¿verdad?

-¿Si yo me quedo a perder ésta clase contigo, entonces tú entras y tomas la siguiente conmigo?-sugirió, dudoso y nervioso por la respuesta que daría Hyunjin.

-¿Para qué querrías que hiciera eso?

-Bueno... quiero que pases de año, no me gustaría que reprobaras y tuvieras que repetir el curso y ya sabes... me gusta cuando estás en la clase, porque eres inteligente y siempre debates todo de una manera coherente, me gusta cómo te ves cuando te concentras y no te comportas como un imbécil por seguirle la corriente a tus amigos, me gusta igual cuando muerdes tu pluma levemente cuando lees y...-Jeongin detuvo su hablar al notar que Hyunjin lo miraba con una ceja levantada y una sonrisa burlesca. Sus mejillas se tiñeron de un color carmesí al instante-. Simplemente me gusta ayudar a las personas cuando están en peligro de reprobar-añadió, intentando que con eso sonara más desinteresado en el pelinegro.

-Pues entonces que sea un trato... tú te quedas en ésta y yo iré contigo en la próxima clase e intentaré no reprobar el año para quedarme contigo en el próximo ¿bien? -extendió su mano hasta Jeongin y éste la tomó indeciso a manera de sellar el trato.

Cigarettes • HyunIn Donde viven las historias. Descúbrelo ahora