No entendía por qué aquella mañana estaba tan nublada.
El clima era pesado, y había una neblina densa que no parecía querer disiparse aún.Se había despertado con un extraño sentimiento de nostalgia, y un zumbante dolor de cabeza que punzaba y mareaba sus pensamientos.
El clima era horrible, y todo aquel panorama no ayudaba con la incipiente congoja que lo abrumaba sin razón aparente.Mientras Shinji caminaba por los corredores, notó la ausencia de alumnos a su alrededor... pensó en que aquello era extraño, suponiendo que era día martes, plena semana recién comenzada, las 7 am exactas, y especialmente, día de exámen con la señorita Misato.
Su padre vivía con él en el mismo apartamento, aunque aquel ser, en la vida de Shinji, era como un fantasma; El hombre se paseaba por ahí, en la casa, sin reparar siquiera en su hijo, o sus preocupaciones y dolores.
Y su madre, que parecía ser la única alma que alguna vez llegó a sentir compasión por él, había fallecido años atrás por un común accidente automovilístico.
Pero a pesar de ello, a pesar de lo simple -pero no menos trágico- del caso, Shinji sentía una gran culpa que no podía disolver ni con agua dentro de su pecho.Rascó su antebrazo, dubitativo.
Miró a sus costados buscando a sus dos únicos amigos, Kensuke Aida y Suzuhara Toji; y justo como esperaba -o imaginaba-, ninguno se hallaba ahí.
Normalmente, exceptuando a aquellos dos chicos que eran su casual compañía cada día, no tenía a nadie con quién hablar; A pesar de la cercanía, no era tan unido con ese par de muchachos como para contarle sus problemas y/o secretos más íntimos, angustias y dramas.
Entre ellos y Shinji, una charla simple sobre chicas ya era demasiado pedir.Debe ser que faltaron por el clima... sí, eso debe ser, pensó el moreno.
Pero a pesar de querer convencerse de que así era, algo en su despistada cabeza le seguía zumbando.
De Toji, sí era probable que se haya buscado justificar con aquella excusa tan común.
Pero de parte de Kensuke, que muy rara vez faltaba a clases, le parecía algo inusual, aparte del hecho de que el resto de alumnos también brillaban por su ausencia.De vez en cuando, se cruzaba a algún maestro desconocido, o a algún delegado de un grado superior que lo miraba con extrañeza al caminar por aquellos desolados pasillos, hecho que decidió ignorar -aunque no del todo-.
Rascó su cabeza con duda.
Estaba a punto de llegar a su salón, esperando ver a todos allí sentados como todos los días.
Un aire fresco sopló, e hizo que en su desabrigado cuerpo se paseara un escalofrío.Qué extraño... aquí dentro, está todo calefaccionado...
Frunció el entrecejo apenas.
Debe haber alguna ventana abierta, le respondió casi al instante la voz de la razón, es obvio, y continuó caminando.
Mientras cruzaba frente a otros salones, trataba de divisar a alguna persona, a algún maestro sentado en su escritorio dando clases, o alguna señal de existencia humana allí dentro.
Y justo al momento de llegar frente a su salón, notó que era la única puerta de todo el extenso corredor que estaba cerrada.Pero no, no, en realidad, estaba apenas entreabierta, como ocultando un secreto, como tratando de esconder algo que no se podía esconder.
Desde la ranura que dejaba ver a través de ella, se colaba un brillo solar apenas nítido, blanquecino por toda aquella niebla.
Era un brillo pegajoso y deprimente, como la mayoría de los días invernales en aquel viejo Japón.Colocó su cálida mano en la puerta de madera para empujarla hacia dentro y pasar de una vez.
"Salón A-1" remarcaba un pequeño "cartel" metálico gris claro señalizador sobre ésta, al igual que en todas las otras puertas, que lucían el mismo, pero con diferentes escrituras en él.
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shifted beyond reality ; kawoshin
Fanficquizás aquel clima invernal le hacía imaginar disparates. pero shinji no podía evitar pensar que kaworu era extraño. PLAYLIST: Homage - Mild High Club Soundtrack for your backseat - Sundiver CA Dream Girl - Crissaunt