No me es posible volver a las cartas,
no porque la belleza plasmada en ellas no pueda relucir,
si no,
por cuestiones ajenas a la vida,
como el mal de amor,
y el alma marchita.
Amando a la antigua
No me es posible volver a las cartas,
no porque la belleza plasmada en ellas no pueda relucir,
si no,
por cuestiones ajenas a la vida,
como el mal de amor,
y el alma marchita.