-Tú, ¿Qué haces aquí? –El corazón de Jimin retumbaba tanto que hasta el mayor podía oír sus latidos.
-Creo que es obvio, te estaba esperando –Sonrío el rubio mientras botaba la colilla del cigarrillo.
-Lo sé, pero ¿Por qué lo estás haciendo? –Jimin se apoyó a lado de él.
Lo conocía, siempre era terco y necio.
-No podía volver a perderte –Susurro para el pelinegro.
Sin saber lo que tanto causaba en el otro.
Compañeros de Jimin salían de trabajar y lo saludaban mientras le daban una sonrisa por su acompañante.
Quién no conocía al rubio productor de tantas canciones reconocidas.
En la cabeza del bajo aquellas palabras se repetían, ¿No volver a perderlo?, quería saber a qué se refería, pero era cobarde, cobarde al no aceptar que sus sentimientos seguían ahí.
Así que solo huyó, huyó de lo que sentía, de lo que pensaba, de él, de aquel rubio que hacia latir su corazón de tantas formas.
Atrás de él iba el mayor, apurado tratando de alcanzar sus pasos, como que siguiera algo que estaba a punto de perder o que había perdido.
-Ya para Jimin –Dijo con dificultad, mientras vio al pelinegro parar su andar.
-No me sigas Hoseok –Jimin habló con la voz algo quebrada.
- ¿Por qué quieres negar lo innegable? Aquello que tanto sentimos –Pasaron largos segundos, aquellos que fueron eternidades para sus corazones.
-Porque sabes que lo que sentimos está mal, no debí abrazarte aquel día y mucho menos regresar –El pelinegro lo miró con los ojos rotos.
-Sabes que no es así, sabes que aún sentimos lo mismo, las circunstancias en ese momento fueron malas, pero podemos volver a comenzar, Jimin –Sus respiraciones aumentaron y pequeñas lagrimas amenazaron con salir.
En medio de una calle, de la gente que los veía, pero que parecían no existir para sus tristes corazones.
-Solo déjalo Hoseok, no está- –Unos labios callaron su hablar, y se movieron delicadamente sobre los suyos.
Aquella sensación de sentirse en casa, cálido, como aquella noche de la parada del bus, como las noches locas en donde se amaban sin pensar en nadie más, llegaron a su mente.
Y a la del más alto, que se separó por falta de aire, pero con la sensación del vacío de sus labios, corazón y persona.
-Aún me gustas, así como el primer día que te vi, así como los días en donde existíamos tu y yo, nuestras charlas, promesas, en donde te amaba, así como ahora –Se atrevió a decir Hoseok, con el corazón acelerado, apasionado, la mente sin ningún pensamiento que no sea él.
Jimin no podía hablar, ni negarlo más, era indiscutible lo que sentía por él, la pasión que sacaba de él, su manera de brillar, de amar, de amarlo como su primer y único amor.
-También me gustas, me gustas desde hace 3 malditos años –Sin pensarlo más se acercó a él y lo beso.
Mezclando sus labios con los del alto, con su sabor a cigarrillo y su sabor de cereza, mezclando pasión, amor y recuerdos.
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UNA VEZ MÁS もう1回 ;; HopeMin
FanfictionJimin regresa a la ciudad de Seúl y lo primero que se encuentra es a su ex, haciendo que ambos recuerden sus días llenos de amor. .