UNA VEZ MÁS もう1回 ;; HopeMin

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Jimin simplemente sentía desfallecer, no había contestado a la pregunta de él, simplemente había entrado en un pequeño ataque de nervios.

Simplemente al oír su voz, sabía que era él, nadie podría tener su mismo tono de voz, ni mucho menos hablar con palabras cálidas como él.

No sabía que pensar, ni que decir, mucho menos que sentir, solo deseaba salir corriendo de ahí, de él y su recuerdo de amor.

-Hey, ¿Estás bien? Parece que estas en un ataque de pánico –Jimin simplemente gritaba en su interior.

"Obvio que estoy en un ataque de pánico, estas aquí, frente a mi"

Pero decidió contestar, quizás era obra del destino, de la noche, del bus que se fue, o de la ciudad que los volvía a juntar.

-Estoy bien, no te preocupes –Su voz salió como un susurro, uno que solo Hoseok pudo escuchar y que hizo temblar todo su cuerpo, pero más su corazón.

Hoseok no podía creerlo, sabía que nadie era como él, y que aquel mensaje que le mando el corazón era porque era él, simplemente él.

- ¿Jimin? –Tembló al decir su nombre, tenía miedo de equivocarse y también de ilusionarse.

Pasaron unos largos minutos, antes del que pelinegro contestara, no había salida, eran ellos 2.

-Soy yo, Hoseok –La voz del menor salió más fuerte que antes, y escuchar su nombre saliendo de él, simplemente lo hizo pensar, pensar ¿Qué hacía ahí?, ¿Por qué había regresado? y más.

Jimin solo esperaba la respuesta del más alto, si bien había tratado de hablar fuerte y seguro, pero su corazón latía, latía incluso más de cuando corrió para alcanzar el bus.

No tenía idea de que pasaba por la mente del mayor, pero quería abrazarlo, así como antes, así como aquellas noches donde juraban amarse para siempre.

Así que no espero más, su impulso de idiotez y de amor, lo llevo abrazar al chico, lo abrazo inesperadamente tanto que el rubio se asustó, pero lo correspondió.

Y no pudieron sentir más, aquella calidez que entraba en su cuerpo, aquella energía que recorrió su espalda, los brazos de Hoseok en su cintura y los de él en la nuca del contrario, era simplemente perfecto, como que no hubieran pasado 3 años, como que eran los mismos chiquillos antes de que todo se fuera a la basura.

-Realmente estas aquí –Hablo finalmente Hoseok.

Mientras sonreía al tenerlo en sus brazos, mientras se apretaban duro y deseaban no tener que soltarse.

Una llamada los saco de su pequeña burbuja, una llamada del jefe de Hoseok.

- ¿Hola? Jefe, desea que vaya, bien ya regreso –Colgó la llamada y vio a Jimin cabizbajo, como si tenía vergüenza y sonrió.

-Espero vernos pronto de nuevo –Susurro para que el más bajo escuchara y alzara su mirada.

Y lo hizo, lo miro con sus ojos color caramelo, que tenían la misma forma atrayente que hace algunos años.

-Estoy seguro que la ciudad nos hará volver a encontrarnos –Sonrió levemente, antes de caminar hacia el lado contrario de él.

Dejándolo solo, pero feliz, con su corazón hecho una sinfonía de tambores tocando, pero pensando en cuando lo volvería a ver otra vez.