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No puedes negar lo innegable le había dicho aquel rubio esa tarde.

Simplemente tenía razón, de tantas formas, maneras y circunstancias.

Un año había pasado desde aquel encuentro, aquel día en donde todo el mundo los había visto haciendo el ridículo, mientras discutían y se besaban.

Como 2 chiquillos hormonales.

Desde aquel momento decidió olvidar todo, todo lo que pasó, sus formas tontas de discutir ahí, sus tontas palabras y más.

Su trabajo iba bien y eso lo tenía más que feliz, siempre creando nuevos platillos, siendo reconocido por uno de los mejores de la ciudad.

Siendo amado y su ego creciendo, claro está.

- ¿Qué tanto piensas? –Unas manos se colaron por su cintura haciéndolo quedar cerca de su rostro.

-En lo que pasamos en todo este año –Jimin sonrió juntando la nariz con el ahora pelirosa.

-Fue súper chistoso como aun así después de decirme que te gustaba, me seguías negando todo –Sin dejarlo hablar le dio un piquito tras piquito.

-Sentía temor –El pelinegro se escondió en el cuello del más alto.

- ¿Miedo? ¿De qué? –Lo abrazó aún más fuerte, -De perderte, de ilusionarme, no lo sé, Hobi –Aspiro el olor del perfume del pelirosa, haciéndole cosquillas y haciendo que se separen mientras reían.

-Créeme que estamos destinados, nuestras almas, la ciudad, solo somos tú y yo –Dijo antes de seguir haciendo sus cosas y darle una sonrisa gigante.

Mostrando lo feliz que era ahora, después de haber luchado por él, por su amor y sentimientos.

Luego de ese año decidieron mudarse juntos y vivir sin importar el mundo, el pasado y mucho menos el futuro.

Aunque eran claros sabiendo que querían estar juntos.

Siempre.

-Hey Mickey, casi te piso –Grito el más bajo a su animalito, mientras el mayor reía por otro lado del departamento.

Ambos habían adoptado a un perrito, era pequeño y justo como ellos deseaban, era como su hijo, antes de tener uno de verdad y formalizar todo lo que tenían.

Era chistoso en la mente de Jimin haber regresado con aquel amor de su adolescencia, pensando que jamás lo haría, porque no era lo correcto, porque solo una vez lo había hecho feliz.

Tonterías, esta vez era diferente, esta vez ambos eran maduros, y sus sentimientos eran igual de maduros y claro que lo había hecho feliz antes y que jamás sería igual.

Porque sería mejor, mejor que hace 4 años, mejor que cuando eran chiquillos enamorados, porque habían crecido de tantas formas y más con sus sentimientos.

-Deja de sumergirte tanto en tus pensamientos y vamos a pasear a Mickey –Hoseok lo arrastro hasta el parque en donde estaban tomados de la mano, mientras se besaban una y otra vez.

Haciéndose feliz, incluso más que antes, más que después, más que el mundo.

Sabiendo que siempre serían sus únicos primeros amores en aquella y las demás vidas.

Porque sus almas, ciudad y personas los habían juntado, una vez más.

UNA VEZ MÁS もう1回 ;; HopeMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora