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–Ósea, por lo que entendí– dijo– ustedes se conocieron porque el sexy chico de negro se metió por la ventana ¿Cierto?– asintió– bien, la secuestraste prácticamente estuvieron toda la noche jugando piedra, papel o tijeras– ambos asintieron– se va y luego regresa trayéndote un celular para que te comuniques, y quiere salir esta noche por la ventana ¿Me equivoco?– negaron– bien... ¡Amiga este es un sugar daddy, aprovecha!

Hoseok soltó una carcajada mientras Amber le lanzaba una almohada a Wendy. Después de que la pelinegra los sorprendiera en su habitación ambos fueron obligados a contarles que había pasado. Y por supuesto quien era el castaño. Ahora Wendy estaba de brazos cruzados frente la puerta, Hoseok y Amber encima de la cama.

– ¡Wendy, no digas esas cosas!– se quejó– no quiero que el piense nada malo.

–No lo hago, de hecho me gustaría que me utilizaras así– guiño un ojo haciéndola tapar su cara de la vergüenza– como dijo tu amiga, que por cierto me caes súper bien– ambos chocaron los cinco– quiero llevarlas esta noche a una fiesta.

–Hoseok... apenas te conocí, no creo que sea buena idea.

–Cierto, sé que no confías en mí. Pero, si quisiera raptarte y llevarte para venderte ya lo hubiese hecho– se encogió de hombros– no necesito tanto alago, mucho menos conocernos y decirte mi verdadero nombre ¿O sí?

Ambas se miraron por un momento, sabían que el chico frente a ellas tenía algo de razón. Tenían miedo de confiar en alguien nuevamente, pero aquel castaño se los decía sin titubear, sin una pizca de malicia en su ser. Su corazón les decía que no mentía, lo sentían. Ambas se sonrieron como si compartieran el mismo pensamiento.

– ¿A dónde quieres llevarnos, sonrisitas?

Hoseok sonrió y tomo nuevamente de la cama el celular que había traído para la chica, si ella no quería usarlo por miedo su amiga no se negaría. De todas formas ganaba, eran cercanas y lo mantendría al tanto de lo que ocurriera.

–Ten– extendió su brazo– llévalo tú, girasol no quiere. Vendré en la noche, exactamente después de su hora de toque, es decir a las diez y bajaremos– señalo la ventana– las llevare a que conozcan algo del mundo.

...

Después de estar parte del tiempo con el lindo castaños ambas chicas se encontraban frente a las puertas que daban al jardín, Wendy le había dado la noticia que había cambiado de curso extra, ahora harían jardinería como le gustaba a la castaña.

– ¿Cómo lograste esto?– pregunto mordiendo su labio inferior.

–Contactos.

–Hablas como una mafiosa– bufo– ¡Ya, dime!

–Hable... con el director, le dije que me había equivocado en la solicitud y quería cambiarlo al igual que el tuyo– hablo peinando su flequillo– parece que el profesor de este espacio es tranquilo y no tenía problemas de tener dos alumnas nuevas.

–No sabía que había un nuevo profesor– dijo mientras salían al jardín– ¿Lo conoces? Yo nunca lo he visto.

–Es nuevo, y lo mejor– paro mirándolo– es extranjero.

– ¡No corromperás al profesor!

Wendy se fue riendo mientras su amiga le reclamaba, el camino era corto y el jardín pequeño. A lo lejos pudo ver algunas chicas con el uniforme y encima una delantal, guantes y otros implementos. A unos cuantos pasos de espaldas estaba un hombre leyendo unos papeles, era alto y su cabello oscuro.

–Ese debe ser nuestro maestro– dijo Wendy– Buenas... wow– el hombre se volteo dejándola perplejas a ambas, era alto, de piel oscura, sus ojos eran azules y teína hermosa sonrisa– Madre mía ha caído un ángel de cielo– hablo en Japonés ganándose un golpe de Amber.

– ¿Puedo ayudarlas, jóvenes?– pregunto ladeando la cabeza.

–Lo siento, profesor– Amber reverencio algo apenada por culpa de su amiga– ella no tiene modales­– Pídele disculpas, y deja barbear por él.

El profesor las miro con gracia mientras discuten en otro idioma, sabía que las chicas de allí estudiaban diferentes, pero no tenía sentido ya que muy pocas salían de ese pueblo por no decir ninguna.

–Bueno, bueno– rio tratando de calmarlas– ¿Necesitan ayuda? Y por favor hablen en coreano o inglés, no entiendo que idioma es.

–Japonés– Wendy tomo la palabra– vera, somos dos alumnas nuevas en su clase– reverencio– disculpe por no saludar adecuadamente y presentarnos tarde.

–No se preocupen, me alegra tener a dos nuevas estudiantes. Vengan– camino explicándole algunas cosas y que podían empezar hacer– las dejare aquí, hay implementos por aquella casita– señalo– espero se diviertan... ¿Nombres?

–Kim Wendy– dijo– y ella Kim Amber último año y... tal vez sus futuras esposas. ¡Au!– recibió un golpe en la cabeza.

–Lo siento...

–Oh, no les dije mi nombre– sonrió– me llamo Ben Nil.

–Un placer, profesor Nil.

–El placer es todo mío. 

 

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Rapunzel 🌻Jung Hoseok🌻©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora