-Bienvenidos a Asheville- dijo Nashira, leyendo un cartel a la entrada de su nueva ciudad.
-Ya verás como te gustará, dale una oportunidad a este lugar- habló Evelin (su madre) mientras conducía hacia lo que sería su nuevo hogar.
-No me queda otra, porque aunque te ruegue para que volvamos, me harás caso omiso- espetó cerrando los ojos, disfrutando de la maravillosa brisa que corría en el momento en el que ella abrió la ventana.
-Pero cariño entiendes por qué hemos venido aquí ¿verdad?-volvió a decir su madre esta vez mirándola de reojo.
-Si mamá, lo entiendo, tranquila no todos los días te dan un puesto como médico responsable en la plantilla de un hospital.
A Nashira se le hizo muy difícil dejar su vida en aquella ciudad, donde tenía a sus amigos, el chico que le gustaba e incluso algún familiar que otro al que se había apegado.
Para nadie era un secreto, que ella no solía entablar relaciones con absolutamente nadie. ¿La razón? Sencilla, ella estaba acostumbrada a mudarse debido al trabajo de su madre, quién recibía propuestas cada vez mejores pero en lugares distintos, y a ellas no les quedaba otra que largarse. Aunque era comprensible, ya que criar a una hija sola no es fácil, tenía que conseguir el mejor puesto y salario, si quería darle una buena vida.
Pero todo cambió cuando llegaron a una ciudad hace aproximadamente 4 años. Y aunque a Nashira le pareció extraño ospedarse en el mismo lugar tanto tiempo, se esperanzó y pensó que quizás no tendrían que hacerlo hasta que ella se fuera a la universidad, puesto que le quedaba solo un año.
Al final no resultó así y sucedió justamente, lo que había estado evitando tanto tiempo, encariñarse con alguien y dejarlo tirado
Ella recordaba su primera mudanza y las razones de ésta. Su madre le anunció el cambio de hogar hace 10 años, cuando estaba leyendo un libro sobre astronomía que le había regalado su padre.
Flashback:
-¿Nashira, estás ahí?- preguntó su madre tocando la puerta.
-Si mami, puedes entrar- dijo Nashira marcando la página de su libro.
-Tenemos que hablar cariño- habló su madre sorbiéndose la nariz mientras cerraba la puerta tras ella.
- Dime mamá.
-Tenemos que mudarnos amor, mami ha encontrado un nuevo trabajo en otra ciudad, pero irás a un nuevo cole y harás muchos más amigos.Ella sabía que esa no era la única razón por la que se mudaban, era consciente de las veces que lloraba su madre en silencio por las noches pensando que nadie la escuchaba, pero Nashira estaba detrás de la puerta todas las noches después de la tragedia por la que pasó su familia aunque a decir verdad Nashira no se creía nada de lo que había pasado, ella seguía teniendo esperanza.
-Ya hemos llegado, observa nuestra nueva casa- concluyó su madre saliendo del coche y eso obligó a que Nashira dejara sus pensamientos a un lado.
Obedeció y se quedó muda al instante, la casa era grande o bueno, más que todas las que había tenido, la fachada era preciosa, tenia columnas compuestas con un capitel hermoso, como si fuera de la época romana, éstas eran de color beige al igual que toda la estancia, que tenía dos plantas y lo que parecía ser un jardín trasero.
-¿Esto es nuestro?, mamá me estás vacilando ¿no?- dijo ella con un ápice de sorpresa e ilusión reflejada en el rostro mirando hacia su madre que se encontraba ya en el porche.
-No, no te estoy “vacilando’’ cariño- habló haciendo comillas con los dedos-Esto, es todo nuestro- dijo su madre con una sonrisa observando a su hija feliz.-Cuando la vi solo era capaz de pensar en ti y en cuanto te gustaría, así que decidí comprarla, sé cuanto te gusta la arquitectura y historia-.

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The mirror
Misteri / ThrillerUna casa nueva. Dos dimensiones. Dos vidas totalmente diferente Un espejo. ¿Que pasará cuando sus vidas se crucen?¿Que tiene que ver su pasado? Habrá muchas incógnitas que resolver, de las cuales nunca encontraron respuesta hasta ahora. Ellos son R...