Por ti. Una historia de amor

Capítulo 2

Relatado por Raquel

Sigo corriendo alejándo el máximo posible de la que ha sido mi casa,mi cárcel. Porque a eso no se le puede llamar hogar. Me sentía prisionera e incluso tenía un carcelero.

Las calles se empiezan a terminar y llego a unos árboles altos y hierba verde. Será un parque,pero no me suena de nada. Aunque ¿cómo me va a sonar esto si nunca he salido a explorar? Siempre que he salido ha sido a algún restaurante o cine del centro con Alberto.

Las fuerzas me empiezan a fallar,mas debo continuar. No puedo dejar que Alberto me busque o mande a sus hombres y me encuentren. Volver con él sería lo peor. No es opción para mí. Sigo atravesando ese camino de árboles hasta que atravieso como un halo invisible. Lo notaba húmedo,como si fuese una cascada. Pero no había agua. Y de repente lo veo todo negro. Las fuerzas me fallan,mis piernas se tambalean y me derrumbo al suelo.

Relatado por Sergio

Cuando empieza a atardecer decido levantarme de mi asiento improvisado y retomar el camino a casa. Abro la mochila y guardo el libro. Aunque si puediera,ya seguiría leyendo. La historia me tiene atrapado,no puedo dejar de leer. Pero tengo que aprovechar los últimos rayos solares para llegar hasta casa. Porque,a no ser que haya que salir a por ingredientes,no es recomendable salir de noche. Es cuando salen todas las criaturas. Sobre todo las peligrosas.
Algo me hace detenerme en el camino. Veo un bulto en el suelo. Me acerco rápidamente por si se trata de un animal herido,pero lo que veo me hiela la sangre.

En cuanto descubro de qué se trata me tiro al suelo a su lado. Empiezo a llorar en silencio. Pero poco a poco mis lagrimas silenciosas se convierte en un llanto desgarrado,desesperado. Suelto un grito desesperado.

-Por favor,tienes que despertar. No puedes dejarme,papá. Aún tienes muchas cosas que enseñarnos.

No me atrevo a moverlo,pero debo curarlo. Esa herida es muy fea. Un charco de sangre yace a su lado. Y él yace en el suelo tumbado. Me quito la mochila,abro el bolsillo y saco los libros del colegio. Con prisa busco algo que me pueda servir,que pueda salvarle la vida. Abro un libro al azar y voy pasando las páginas rápidamente. ¿Qué estoy buscando en realidad? ¿Un poción? ¿Un encantamiento? ¿En qué asignatura debería buscar la solución?

Relatado por Raquel

Me empiezo a despertar. Noto dolor en todo el cuerpo. Pero mi sentido está alerta. Me intento levantar rápidamente para escapar,pero me mareo brevemente y tengo que tumbarme de nuevo. No sé dónde estoy porque la luz que hay es muy débil.

-Aún estás muy débil-oigo la voz de un hombre cerca de mí-Debes descansar.
-¿Quién eres? ¿Dónde estoy? ¿Y Alberto?-Raquel.
-Eh,las preguntas de una en una-noto una pizca de alegría en su voz.-Mi nombre no es importante porque no tengo uno. Estás en nuestro hogar. ¿Quién es Alberto? No conozco ningún Alberto.
-¿Vuestro... hogar? ¿Pero cuántos sois?-Raquel.
-Me debes prometer que si te lo cuento,no nos vas a hacer nada ni salir corriendo.
-No puedo salir corriendo aunque pudiese,me duele todo-Raquel.
-Hay un remedio para eso,pero lo tienes que desear de corazón.
-Ayudame,por favor-mi voz sale como un suspiro,como si fuese el último aliento que me queda.

Se instaura un silencio entre nosotros 2. El hombre está entre las sombras. No sé a quién tengo que dar las gracias,quién es mi salvador.

Poco a poco se va acercando a donde estoy y deja de estar entre las sombras. Es un hombre alto,moreno,fornido y serio. Pero me dedica una sonrisa en cuanto lo tengo delante. Estamos frente a frente. Se agacha a mi altura.

-¿Estás segura que quieres hacerlo? En cuanto lo haga no hay vuelta atrás.
-Por favor te lo pido. No quiero volver a mi casa-le suplico.

Y entonces se acerca a mí. Noto su respiración en mi cuello. De repente siento como si fuese una picadura en el cuello. Voy cerrando los ojos,siento mucho sueño.

-¿Quién eres? ¿Cómo te llamas?-le pregunto entre la somnolencia.