Alfred apenas había dormido la noche del 31 de octubre, no hacia falta explicar que a todos a su alrededor les encanta asustarlo. Como fuese, eso sólo supuso que el 1 de noviembre se deshiciera de toda la decoración de Halloween y después durmiera todo el día, aunque sabia que debía empezar la decoración para acción de gracias y ese fue el pensamiento que tuvo en cuanto se levanto al día siguiente.
Iba por el inicio de la decoración de este año cuando se dio cuenta que le tomaría una eternidad hacerlo por su cuenta, por lo que lo primero que pensó fue que necesitaría ayuda y tenia dos opciones: Inglaterra, ya después de todo la festividad tenia algo que ver con él, o México, quien Alfred pensó "Probablemente no tenga nada que hacer" aún lo estaba pensando cuando alguien tocó su puerta. - ¿A-Alfred?
La tímida voz de su hermano lo tomo por sorpresa, se había olvidado de él... Otra vez. - ¿Qué pasa?
-Uhm... Estabas haciendo mucho ruido y m-me preguntaba si pasaba algo. - Le dijo con cierta preocupación en la voz, entonces Alfred tuvo una idea. - ¡Pues si pasa algo, Mattie!
-¿A-ah si?
-¡Sí, necesito que sigas con la decoración de acción de gracias! -Exclamó con su sonrisa americana mientras le daba una caja con las decoraciones a su hermano. -¡E-espera, ¿qué?!
-¡Gracias Mattie, cuento contigo! - Afirmó mientras corría fuera de la habitación. No le pediría ayuda a Inglaterra, ¡eso tomaría mucho tiempo, y los héroes no esperan! En su lugar corrió a la casa de su vecino.
-¡Heeeey, Mexico! - Llamó al otro mientras entraba sin cuidado a su casa. - ¿Qué quieres, gringo? -Preguntó con su usual tono de molestia, su voz se oía algo lejana. - ¿Dónde estas?
-Estoy en la sala. - Alfred corrió al lugar, ya se conocía la casa de su vecino casi de memoria. - ¡Juan, debes ven...!
-¿Qué pasa? - Alfred se había quedado callado cuando lo vio, México estaba terminando de pintarse la cara para día de muertos. Alfred siguió en silencio, había olvidado que era 2 de noviembre, y por eso no dijo nada más, Juan podía perdonarle confundir su cumpleaños, pero sabía que esto no se lo perdonaría si lo mencionaba. México finalmente termino su maquillaje y se levanto. - ¿Wey 'tas bien?
-Ah... - México se acercó y le toco la frente con la mano. - ¿Wey...?
-¡Ah, si, estoy bien! - Dijo mientras le quitaba la mano de su frente. - ¡Yo... Venía a ver... si ya estabas listo, sí, eso!
-¿Si ya estaba listo? - Le preguntó el moreno confundido. - ¡Claro, en un día tan importante para ti, mi labor como héroe es asegurarme que estés bien preparado!
-Ah... ¿bien...? - Aceptó aún confuso, Alfred actuaba raro hoy. - ¿Entonces, estoy bien...?
-Ah... - Alfred dirigió la mirada a su vecino, aparte de la pintura de la cara que claramente le había llevado un rato, llevaba un bien decorado traje de mariachi rojo oscuro, al que solo le faltaba el sombrero, el cual tenía al lado y estaba decorado con flores naranjas que Alfred reconocía pero no recordaba su nombre. México se veía bien, de hecho demasiado bien. - ¿Otra vez...?
Juan no entendía lo que le pasaba hoy al gringo, era la segunda vez que se quedaba pendejo, aunque está vez tenía la cara roja, era fácil de notar por su tono de piel. Decidió darle un zape. - ¡Oye!
-Ya está bien pues. - Le reclamó cruzando los brazos. - Hoy amaneciste más pendejo de lo normal.
Alfred lo miró mal, pero de una manera infantil. El Moreno suspiró. - Está bien, está bien, no puedes amanecer más pendejo de lo que ya estás, como sea, ¿qué querías?
-Yo, eh... - Alfred desvío la mirada, se veía algo nervioso. -¿Estabas aburrido otra vez, verda'?
-¡Un héroe nunca se aburre! -Exclamó, México lo miro sin creerle. - Pero, es cierto que estaba tomando un descanso de mis actos heroicos...
Esa frase le hizo recordar a una conversación que una vez tuvo con Francia, "Siempre que Anglaterre se aburre afirma que solo tomaba un descanso de algo, y usualmente lo que espera es que pasé un rato con él" sí lo que dijo el francés era cierto, a México no le costaba mucho creer que Alfred habría heredado ese habito, suspiró. - ¿Quieres acompañarme al festival de día de muertos?
-¿Acompañarte?
-Sí, aunque tendrás que ayudar con las decoraciones y te dejaré un rato solo porque soy juez de unos concursos.
-Hmm... - Alfred sonaba reaciente a aceptar. - Si vas conmigo te daran toda la comida que pidas gratis.
-¡Un héroe está donde cualquiera necesite ayuda!
Ambos pasaron el resto de la tarde de un lado a otro en la plaza, fue un buen rato realmente, fue divertido ver a Alfred cubierto de pétalos de cempasuchil luego de que se le cayeran por accidente, incluso si todo el rato se volvía a apendejar, se quedaba mirando a ningún lugar aunque siempre en su dirección.
México finalmente tuvo una idea de porque al final del último de los concursos del que era juez, por lo que aprovechando que estaba solo consiguió una pequeña base de altar, de las que ya están hechas, tomó algunas tiras de papel morado y las unió con hilos, formando flores, consiguió el resto de pequeños objetos que necesitaba y los coloco con cuidado. Finalmente, con un pedazo de papel normal y lápiz hizo lo ultimo que necesitaba, guardó su pequeña creación con cuidado en casa antes de regresar a buscar al gringo.
Le tomó un rato encontrar a Alfred, el festival casi había terminado cuando lo hizo, estaba en uno de los puestos, esperando. - ¡Gringo!
-¡Oh, Juan! - Saludó animadamente, en el rato en que lo dejo solo de alguna manera Alfred había terminado con la cara pintada. - ¿Dónde te habías metido?
-Bueno...
-¡Ya está lista joven! -Afirmó la mujer del puesto, Alfred se giro y tomó la pequeña caja que le entregaba. - Gracias.
-¿Qué es eso? -Ambos comenzaron a caminar de regreso a casa del moreno, Alfred río. - ¿Qué?
-Bueno... Toma... - Dijo mientras le daba la pequeña caja, era una pequeña caja como de cartulina, de color negro y decorada con calaveritas, la abrió, miró sorprendido como dentro había una calaverita de chocolate, el cráneo estaba un poco chueco y la decoración no estaba mejor tampoco, por lo que de inmediato supuso el porque. - ¿Acaso tú...?
Alfred miró hacia otro lado y asintió, ¿cuál era la palabra que Japón le dijo para ese comportamiento? - Yo... A-ah... Gracias...
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.Luego de llegar a casa del moreno los recuerdos de Alfred están borrosos, sólo recuerda sentirse muy cansado y no tiene idea de como llegó a casa. - What the...
-¡A-Alfred! - Le tomó un momento reconocer la voz de su hermano. - Mattie?
-Al fin despiertas...
-What just... Espera, ¿cómo...? - Preguntó confuso, su hermano suspiró, Matthew sabia que había ocurrido pero Juan le pidió que no hablara de ello si Alfred no lo recordaba, lo que era aparente. - México que trajo, aparentemente te desmayaste... ¿T-te sientes bien?
-Sí... Estoy... Estoy bien. - Dijo soltando un bostezo, entonces se dio cuenta de algo que yacía en la mesa, decorada con pequeños pavos de papel, junto a él, sus ojos se abrieron con sorpresa. - Mexico When...?
Era un pequeño altar de tres pisos, tenía esas flores moradas de papel, y un dibujo bastante parecido a él. - Davie...
-¿Alfred...? - Llamó su hermano mientras a él le caía una lágrima.
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Hey, bueno-
Últimamente hice mucho de estos dos-
Fue por esto, jaja, no sé si haré uno especialmente para thanksgiving, honestamente-
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Cortos Y Headcanon Hetalianos
RandomPues lo que dice en el titulo, basados en teorías, sean propias o que encuentre, y como no, en hechos históricos. Es tanto la hetalia normal de toda la vida, como Latin Hetalia. Incluiré de vez en cuando las parejas (porque vaya que es muy imposibl...