001 : sweet

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"la chica de mikey"

ese solía ser su apodo o al menos así era cuando su novio Manjiro era el capitán de la tokyo manji gang.

todo era tan diferente a esos tiempos, ella era consiente de que todos sus antiguos amigos ahora eran felices...menos ella y manjiro. fue muy simple, sus emociones pudieron más que la razón y decidió hundirse con su amado antes que ser feliz y abandonarlo.

a sus 26 años todavía no sabia si se arrepentía o no de dicha decisión.

- akiko. - llamo el albino con sequedad la cual ella ya estaba acostumbrada, solo lo miro para que prosiga - hoy tengo una cena con unos mafiosos, ya sabes tienes que ir, vendrán sanzu y kokonoi con nosotros. - aviso.

- esta bien.

- tu vestido esta en el cuarto de sanzu. - indico y la chica lo miro confundida.

- ¿sanzu?

- ya lo dije, solo cámbiate. - ordeno y se fue a quien sabe donde.

los apodos cariñosos dejaron de ser algo común para ellos, al igual que las muestras de afecto y todo tipo de contacto físico, el la usaba de adorno para ir a juntas de trabajo y sus subordinados podían hacer lo que quieran con ella, mientras no la maten o le golpeen en la cara. 

todos reconocían la belleza de la chica, así como todos "jugaban" con ella y hacían lo que querían sin vergüenza alguna.

¿recuerdan que antes solían llamarla "la chica de mikey"? bueno, su nuevo apodo desde que su pareja se unió a bonten y cayo en la oscuridad era "la perra de mikey".

akiko suspiro dejando atrás los buenos recuerdos y fue a la habitación del pelirosa, toco la puerta y escucho unas pisadas para luego estar cara a cara con la mano derecha de manjiro.

sanzu la miro de arriba a abajo.

- ¿vienes por tu vestido? - cuestiono y la fémina asintió en respuesta.

el chico se hizo a un lado para que ella pase y cuando entro por completo a la habitación escucho la puesta cerrarse con seguro.

"mierda".

no pensó que haría eso al menos ese día, rezo por tener al menos unas horas de paz pero al parecer dios esta en su contra hace demasiado tiempo.

vio el vestido encima de la cama matrimonial que tenia el joven en su habitación, era un simple vestido rojo con escote y la espalda descubierta.

- aki-chan~ ¿te parece si te lo pongo? - pregunto con obvias segundas intenciones.

la fémina no paraba de maldecir en su mente, sabia que si acotaba algo en contra de sanzu el no dudaría en romperle un par de huesos si era necesario.

sintió las manos heladas del pelirosa recorrer su cintura, luego puso sus manos por debajo de la camisa de la contraria y las fue subiendo hasta llegar a los senos de esta.

- estas muy ocupada últimamente. - se quejo.

- mikey quiere que vaya a reuniones con el.

- ¿y yo acaso estoy pintado? ya no tienes tiempo para mi - dijo en tono burlon mientras hacia un puchero.

- lo siento.

- si tanto lo sientes entonces pagame pequeña zorra. - sonrió y empujo a la mujer a la cama, aplastando el vestido y se puso encima de ella.

[...]

- ¡buenas noches, mikey-kun! - saludo el lider de la pandilla con la que iba a negociar manjiro.

- hola. - saludo el mientras se sentaba en la silla y a sus costados estaban akiko, sanzu y kokonoi.

para la desgracia de la contraria le había tocado estar al lado de sanzu.

- ¿como van las cosas en bonten?

- ve directo al grano. - dijo mikey y dio un suspiro cansado.

el hombre que estaba en frente de nosotros se aclaro la garganta.

- quiero dos millones. - pidió y vi que la expresión de koko cambio a una un poco confundida y disgustada.

- habíamos acordado un millón.

- ahora quiero dos. - insistió.

sanzu saco su arma de su traje y se acerco al hombre poniendo su pistola en la cabeza.

- ¿quien te crees que eres, pedazo de mierda? no puedes pedir y hacer los cambios que se te plazcan imbecil.

- sanzu, basta. - ordeno el peliblanco.

- pero...

- ya basta, yo me encargare de esto.

[...]

la cena termino, sanzu y koko ya se habían ido cada quien a su habitación.

akiko y manjiro también estaban en la suya, ella se estaba desmaquillando y manjiro se ponía una remera grande.

- me duele el cuello, hazme un masaje. - le ordeno a su novia, ella tiro el algodón con el que se estaba sacando la pintura de su cara y guardo el desmaquillante en su lugar.

aun tenia el vestido pero si hacia esperar a manjiro seguramente el se enfadaria. el albino se sentó en la cama y ella se puso detrás de el y con sus manos empezó a masajear los hombros y la espalda de su amado.

- ¿hoy te divertiste con sanzu? - pregunto manjiro luego de unos minutos de silencio.

- sabes que....no me gusta que sean asi conmigo. - murmuro.

- tú elegiste venir conmigo.

- lo se.

- te dije que no era buena idea y que no deberías.

- lo se.

- ¿¡entonces porque te quejas!? te haces la pobresita cuando sabias que acabaría mal, te dije que te quedes con los chicos pero tú tan insistente en quedarte...te advertí, te dije y por unos meses te dije que te vayas, que tenias la oportunidad de volver a una buena vida. - le reclamo el muchacho y ella no tenia con que defenderse porque todo lo que el dijo era verdad.

- no te deje porque te amo y no me imagino una vida sin ti. - respondió en voz baja.

- le gustabas a chifuyu, podías haberte ido con el y serias mucho más feliz que conmigo. - exclamo manjiro mientras miraba el piso.

manjiro odiaba decir lo que sentía, odiaba expresar sus emociones pero también odiaba ser tan débil al punto de atar al amor de su vida junto a el, dejando a ambos caer en la miseria que solo le correspondía a el.

- yo no sentía lo mismo por el.

- akiko, si te dejo ir ¿me dejarías? - aparto las manos de la chica de sus hombros y se giro para mirarla, con esos ojos tan oscuros como la noche los cuales no tenían ni una pizca de luz.

- no. - respondió de inmediato - nunca te dejaría, si abandono toda esta mierda también te quiero llevar conmigo.

- eres una estúpida.

- manjiro...¿tú me odias?

- si, te odio porque me pusiste a mi sobre tu felicidad. - finalizo y se acostó de un lado de la cama intentando dormir, aunque sabia que no podría.

- oh...bien. - akiko salio de la cama y fue al gran ventanal que se encontraba en la habitación y contemplar la hermosa ciudad.

se sento en el frio piso con una botella de vino y se quedo ahí sentada durante horas, mientras manjiro la miraba. realmente odiaba a esa estúpida por no haberlo dejado ir. 

" teddy bear " - w/ manjiro sanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora