II

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El pasar de los años fue eterno para ambos chicos que aunque trataron no podían olvidarse. El Uchiha termino la universidad y se hizo cargo de las empresas de su padre esperando a que su hermanito acabara sus estudios para manejar los negocios juntos.

El pequeño Sasuke no tan pequeño ya tenía 19 años y admiraba a su hermano más que a nada, lo veía y recordaba lo fuerte que fue, lo vio llorando noche tras noche, algunas estando allí para consolarlo, pero no se podía hacer nada, la persona con la que quería estar su hermano mayor ya no se encontraba cerca y no podían mantener relación por su padre. El menor nunca entendió esos estúpidos estereotipos, para el sí dos personas se amaban deberían estar juntas por siempre.

Él había descubierto su segundo genero hace algunos años y aunque no le gustó nada al principio por como los trataban aprendió a aceptarlo y a partirle la cara a cualquier idiota que se quisiera sobre pasar, porque si su segundo genero era el considerado más débil, era un omega, pero eso nunca le impidió poner en su lugar a los idiotas que se topaba, claro que su padre lo regaño tantas veces por su actitud "incorrecta" pero en realidad le importo una mierda.

-Itachi-nii, ya estoy aquí- dijo el más joven al entrar a la oficina del mayor

-llegas tarde, Sasuke-

-lo sé pero me encontré con unas personas odiosas-

-¿te metiste en problemas nuevamente?-

-no, solo me defendí, que ellos fueran tan débiles y acabaran en el hospital no fue mi culpa-

-enserio que tú no entiendes, no puedes ir golpeando a las personas como si nada-

-si si, ya me lo dijiste miles de veces-

-y sigues sin escuchar-

-bueno ¿para que querías que viniera?-

-me acompañaras a una reunión importante con una empresa, cerca de Tokio-

-¿padre sabe de esto?-

-sí, y está de acuerdo, dice que debes aprender de todo para cuando tomes tu lugar a mi lado- dijo levantándose del asiento yendo a servirse una copa de vino

-ese viejo ya acepto que no puede contra mi ¿cierto?-

-dice que eres un caso perdido, pero que aun así está orgulloso de tu entusiasmo al trabajar aquí- dio un trago a su bebida

-¿tan pronto se cansó el viejo?-

- es entendible si eres tú con quien está tratando-

-lo tomare como un alago-

-no lo era-

-lo sé, por cierto ¿Cuándo es esa reunión? y ¿con quién?-

-es mañana, iremos a una reunión con las empresas Kyuubi y Amaterasu-

-bien pasa por mí-

-es mi obligación- dijo suspirando mientras volvía a tomar asiento

Lo que resto de la tarde pasaron hablando de cómo iba el menor en sus estudios y como debía comportarse mañana, ya que era algo importante, sin embargo no pudo importarle menos al menor.

Por otro lado, estaba la vida del Takahashi, él había continuado con su vida, pero después de tantos años seguía sin poder olvidar al Uchiha, a pesar de que sus padres lo comprometieron con una joven de buena familia Izumi Suzuki, ella era una bella omega, quien estaba "feliz" por el compromiso.

-SHISUI!- dijo una voz de adentro de una de las habitaciones de la casa de su familia

- ¿qué sucede padre?- dijo al estar ya donde su padre

-¿Por qué no me dijiste que planeas firmar un contrato con la empresa Sharingan?-

-no creí que fuera necesario, el control de las empresas paso a mi poder hace unos años padre, no tendría por qué informarte mis decisiones- el pequeño chico que era alegre y siempre sonreía había desaparecido con el pasar de los años, ahora solo estaba una persona fría y calculadora

-no me hables así jovencito, yo soy tu padre y tienes que respetarme-

-si si, si me disculpas tengo que irme, necesito prepararme para la reunión de mañana- dijo y sin esperar respuesta se fue sin más.

Izumi su prometida ya lo esperaba en casa, para cenar juntos y charlar un poco sobre su día. Ellos dos se conocieron en la Universidad y a sus padres les pareció bueno comprometerlos, aunque ellos solo se tenían un cariño de amigos.

-ya estoy en casa- dijo quitándose los zapatos

-bienvenido, ven vamos a cenar- le dijo la chica llevándolo consigo a la mesa

Ambos empezaron a comer en silencio, hasta que la chica decidió romperlo.

-y ¿cómo estuvo tu día hoy?-

-normal-

-y ¿para qué quería verte tu padre?-

-para reclamar mi decisión de firmar un contrato con empresas que podrían ayudarnos-

-¿Cuáles son esas empresas?-

-la empresa "kyuubi", que se encuentra al norte y la empresa "Sharingan", que se encuentra al sur-

-¿Dónde será?-

-nos reuniremos mañana en un lujoso restaurante al este de Tokio, probablemente no llegue a dormir-

-está bien, no te preocupes, seguro te ira bien- dijo dándole una sonrisa que demostraba su apoyo

-gracias-

- y dime ¿ya tienes alguna pista de donde podría estar él?-

-no, aun no, es como si la tierra se lo hubiera tragado-

-tranquilo, ya verás que pronto tendremos noticias, y podremos romper este compromiso-

-sí, eso espero-

Ambos chicos estaban de acuerdo en una cosa, no querían estar comprometidos, no se querían de esa forma, así que la chica decidió ayudar a su mejor amigo a encontrar a la persona que amaba, después de todo ya no era un niño, ya no le preocupaba lo que le diga su familia el solo quería ser feliz, pero lamentablemente aun no sabía nada.

Estereotipos de la sociedadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora