Ella es mejor

Lo Acepto

Tengo que sacarlo.

Es verdad. Estoy celosa. Me parte el alma verte jugando con ella, sonreírle, hacer bromas que la hacen reír.

Y es que tienen tanto en común. Y ella es todo lo que no soy. Y todo lo que te gusta.

Ambas de cabello rizado, el suyo más brillante. Ambas parlanchinas, ella más interesante. Ambas bajas de estatura, ella más tierna. Ambas decididas, ella más notable. Ambas guapas, ella más exótica. Ambas... Ambas iguales. Ella mejor. En todo.

No te culpo. Entiendo que no sientas por mí lo que sentí por ti. Entiendo que esos sentimientos que demostré te asustaron y decidiste correr a ella. Está bien.

Me duele, me rompe. Pero es correcto que un chico como tú esté con alguien como ella. Es como debe ser.
Te evitaré, porque enamorarte de ella es lo que necesitas. Es lo mejor que te podría pasar.

Todos lo saben. Todos lo ven. Yo lo sé y lo veo. Y lo acepto.

Lo acepto.

Porque cuando aprecias a alguien, quieres que esté bien. Y ella te hace bien. Es... Perfecta para ti. Es todo lo que esperabas, lo que anhelas.

Me alegra que la encontraras.

Por eso comprendo que dejaras de buscarme, hablarme, acercarte. Las cosas que antes eran mutuas se volvieron unilaterales. Y me llamaron patética por creer en algo que desapareció. O que nunca existió.

Me llamaron evidente, y lo fui. Porque te esperé. Te esperé minutos, horas, días, semanas y meses. Mientras tú la esperabas a ella.

Esta es una despedida.

Sí, seguiremos viéndonos. Todos los días, quizá. La diferencia es que no te veré como lo hacía antes y tú solo la verás a ella. Desde este momento, sólo serás el chico que está interesado la amiga que es como una hermana para mí.

Desde hoy estás prohibido. Y mi pensamiento recurrente será: Si se gustan ¿Qué puedo hacer? No pelearé en una guerra perdida y no me ilusionaré por una promesa rota. No espero imposibles. Me retiro, sabiendo que yo no fui el problema.

Llegó alguien mejor y no es nuestra culpa.