hasen

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Un porfavor puede cambiar todo, y un amor de verdad cambia a la persona.......

Salí a caminar a distraerme, estoy pensando en el plan de irnos a la tierra, en realidad siempre e querido ir a la tierra conocer ese mundo en el que nosotros nos encargamos de controlar y proteger y pensar que tengo la posibilidad de poder pasear y relacionarme con todas estas personas que e mandado al mundo de los vivos.

Escucho una rama quebrarse, volteo y en unos árboles veo a Alani montado en un rama mientras mueve las piernas y con sus manos en la ramas y con la vista en el cielo.

Se ve tranquilo y en paz, pensativo como si estuviera en cualquier lugar menos aquí.

Sonríe como ¿Enamorado? No lo sé.

–hola hasen–susurra tranquilamente con su usual noto  relajado y algo grueso.

–hola Alani ¿Porque tan pensativo?–pregunto.

–¿Te has enamorado?–me pregunta sin quitar la vista del cielo.

Lo miro sorprendido pero intentó hablar lo más relajado posible no quiero asustarlo con mis preguntas.

–¿Tu lo has echo?–pregunto el ríe de lado y se encoje de hombros.

–yo pregunté primero–voltea y me mira.

–no–susurro como si fuera un gran secreto.

–yo si–suspira agotado–e estado enamorado de la misma persona por siglos.

–espera, si has estado enamorado solo puede ser de Maia y Willow ya que son las únicas chicas que has trato, hemos trato en toda nuestra vida–el ríe fuerte como si le causará risa mis suposición.

–no te te diré quién es, ese es mi secreto, solo te puedo decir que nunca me amara–una lágrima Brillante de color oro baja por su mejilla–soy un dios y no puedo conseguir algo tan simple como la persona que amó.

–quizás porque somos dioses es que deberíamos saber que el amor es todo menos fácil.

–quizás los dioses tienen algo en común con los humanos, ninguno puede tenerlo todo.

–quizás, o quizás algún día te amé y si puedas tener todo lo que tu corazón a esperado todo estos años.

–también deseo libertad pero eso no puede ser somos dioses nosotros no podemos ser normales y tampoco libres.

–yo también quiero ser libre.

–¿Que hacen aquí?–dice una voz gruesa y fría y muy imponente.

Volteamos y vemos a kismet mirándonos sin expresión alguna.

–hola kismet–saluda Alani sonriendo y con sus ojos brillantes más de lo normal y sus pecas titiliando.

Espera aquí pasa algo ¿no? Nah son locuras mías.

–hola alani, hola hasen ¿Van a responderme?–pregunta cruzándose los brazos.

–me encontré a Alani y comenzamos a hablar–el asiente y mira a Alani por varios minutos fijamente y Alani baja la cabeza.

–si lo que el dijo–Susurra.

–lo que el dijo–repito divertido.

–¿estabas llorando?–pregunta kismet mientras aprieta la mandíbula.

–no–dice nervioso.

–tienes un rastro dorado en tus mejillas–rápidamente se limpia.

–solo fue una, bueno me voy los veo en un rato para ir hablar con la gran diosa–salta de la rama y sale corriendo y se pierde de nuestra vista.

Un Amor De DiosesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora