Pesadilla

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Al principio se sintió como un mal recuerdo
Como una sombra en mi mente que no tenia forma y que no buscaba conocer

Luego llegó, tan clara como el agua
Y tan viva como yo deseaba no estarlo

Su voz era lluvia torrencial que caía sobre mi
Gritando y arañando
Castigandome por algo que merecía, solo que no quería afrontarlo

Sabía que decía la verdad, pero aun así le pedía que se callara
Me negué a escucharla y quise ignorarla una vez más

Luego se apareció, con su cabello largo y vivo, brillante y nuevo
Su mirada fría, furiosa, filosa como un pedazo de vidrio que sabia yo le había puesto en la mano

"Sabes que te equivocaste", me dijo
Y no supe que contestarle

"Eres débil, siempre lo has sido" continuo, "él te hace debil", y sé que tenía la razón

Pelee contra ella, traté de convencerla de que había cambiado
Pero me conoce, ve las cosas de mí que yo me niego a admitir que existen

Porque convencerme de que no están, es mil veces más fácil que solo aceptar que viven en mí

Lloré y le rogué que parara
Me abrazó y me apuñaló justo en el pecho, donde sabía que ya dolía

La sangre brotó como un recordatorio
Una memoria de que me fallé, de que me sigo fallando y no sé cómo dejar de hacerlo

¿Por qué no pude decirlo?
¿Por qué me sigue costando hablar?
¿Por qué sigo eligiendo a los demás?

"¿Es que acaso no has aprendido nada?", gritó, "¿cuando vas a entender? ¿Hasta cuando dejaras de perder?"

Y es que, al parecer, sigo eligiendo a los demás antes que a mi misma
Porque todo parece indicar, que puedo vivir perdiéndome, haciéndome a un lado
Antes que aceptar que elegirme puede hacerme perder a los demás

¿El amor es suficiente justificación?
¿Es valido, decir que no?

No lo sé, pero ella asegura tener la razón
Y una parte de mi sabe que la tiene

Pero quizás solo lo acepte cuando me sienta suficiente

Pensamientos vagosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora