Pensamientos vagos

Así es

¿Alguna vez has estado en una montaña rusa?

Es inolvidable, ¿no es así?

La sensación de miedo cuando estas en esa silla que sin importar cuanto te asegures que tu cinturón funciona solo no desaparece.

Tu corazón bombea mas rápido en el instante en que se mueve, la sangre que corre por tus venas se siente caliente y te aferras a lo que encuentras porque necesitas saber que sigues teniendo control de algo, aun si sabes que ya no es así.

El juego empieza y las manos te sudan, los golpes en tu pecho retumban en tus oidos y por segundos el tiempo se detiene... Y luego caes.

La pesadez en tu estómago que sube y baja, la adrenalina mezclada con el inmenso e incontrolable terror que te hace gritar hasta que te arda por dentro.

Cierras los ojos, pero vuelves a abrirlos casi al instante porque no quieres perderte nada.

Todo es tan intenso, tan arrasador y tortuosamente increible que sin darte cuenta sonríes.

Sueltas tus manos y las alzas al cielo dejándote llevar aun si sigues muriendo de miedo por dentro.

Te sientes mas ligera, pero al mismo tiempo tan pesada.

Tan en calma, tan asustada.

Pero de repente todo se vuelve mas lento, el viento ya no golpea tu rostro pero todo tu cuerpo hormiguea hasta los huesos.

Te tiemblan las piernas, el estomago aun se remueve sin control y por segundos no entiendes lo que acaba de pasar.

Pero quieres más.

Aun si da miedo, aun si te pone nerviosa al punto que dejas de respirar, aun si te saca tanto de control que todo lo que quieres hacer es correr en dirección opuesta porque simplemente es demasiado para ti.

Así es mi amor por él.

Envolvente y a la vez libre.
Aterrador en el mejor de los sentidos alguna vez descritos.
Incoherente.
Mutuo.

Un caos inminente, que lleva el nombre mas hermoso que he pronunciado en mi vida junto con la sonrisa mas bella que he visto jamás. 

Así es mi amor por él.

Adictivo, caótico, intenso y tan perfecto, como solo lo puede ser él mismo.