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Jay iba junto con su hermanito a una tienda cercana a su casa para comprar algunos snacks y refrescos que utilizarían en un rato que fueran sus amigos, y claro, el pequeño Ni-Ki lo acompañaba para asegurarse de que comprara el helado de chocomenta que tanto le gustaba a su hyung favorito para poder dárselo y él esté contento con el pequeño.

Ya en la tienda Jay escogió los snacks que querrían sus amigos y buscó a su hermanito para ir a pagar.

—Ni-ki-ah, ¿agarraste lo que querías? Recuerda que mamá dijo que podías agarrar solo una cosa, no más—Dijo Jay al ver al pequeño con un helado de choco menta y unas frituras.

Ni-ki se quedó mirando ante las dos cosa que tenía en sus manitas, pensando en cuál escogería, pero era muy obvio que elegiría el helado de choco menta para su hyung favorito.

—¿Desde cuando te gusta el choco menta?—Preguntó Jay al ver a su hermanito con ese helado de sabor extraño, el niño no respondió, solo dejó el bote junto a los snacks que su hermano había agarrado.

Rato después los 6 adolescentes se encontraban viendo una película en la sala, con el pequeño Ni-Ki espiando desde la escalera viendo cuándo podría ser su oportunidad para darle su regalo a su hyung.

Y la oportunidad perfecta ocurrió cuando vio al pelinegro ir al baño, salió corriendo inmediatamente hacía el refrigerador buscando el bote frío para esperar a su hyung en el pasillo.

—Oh, hola Ni-ki—Habló Sunoo viendo al niño con una sonrisa justo cuando caminaba directamente a la sala de estar.

—Ho-hola Sunoo hyung, tome, es para usted—Dijo el pequeño rubio extendiendo el helado hacia el alto.

Sunoo se derritió de amor al ver al menor con su helado favorito, se agachó a su altura y tomó el helado.

—Oh Ni-Ki, muchas gracias, el choco menta es mi favorito—Sunoo sacudió los cabellos del chiquillo mostrándole una gran sonrisa con sus ojitos en medias lunas para posteriormente regresar a la sala disfrutando de su helado.

—Sunoo-ah, ¿de dónde sacaste ese helado? Oh Jay ¿compraste helado y no nos dijiste?—Habló Heesung al ver a Sunoo

—Yo no compré helado, Ni-ki compró uno, ya veo por qué agarró choco menta—

El pequeñuelo se asomaba nuevamente desde las escaleras viendo la escena con un sonrojo en sus pequeñas mejillas sintiéndose orgulloso de sí mismo por su acción.

My First Love | SunKiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora