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Una cualidad de Ni-ki era su habilidad para el dibujo a pesar de su corta edad.

Y claramente no iba a desperdiciar sus dotes, su maestro les pidió que dibujaran algo que se les hiciera hermoso, que para ellos fuera una obra de arte.

Muchos niños dibujaron a sus mascotas, otros objetos preciados, y claro, Ni-ki no perdió a la oportunidad de dibujar a su Sunoo hyung. Cuándo su maestro lo vió sintió mucha intriga, pero solo lo felicitó diciendo que fue el mejor dibujo de la clase.

Ni-ki trató de ponerle el mayor detalle posible, más a los bonitos ojos zorrunos de aquel pelinegro, y sus regordetas mejillas que se pintaban de un sutil carmín cuando solía reírse, Ni-ki estaba orgulloso de su dibujo.

Al llegar de la escuela divisó a su hermano mayor en la sala sentado en el suelo junto a la mesita de estar con algunos libros y cuadernos abiertos.

—Ah, Ni-ki, Sunoo vino a hacer unas tareas, puedes agarrar la consola si quieres—Ni-ki sonrió en grande, Jay pensó que fue porque le dio permiso de usar su consola, pero claramente era porque Ni-ki iba a poder mostrarle a su hyung su dibujo

Un rato después el pequeño rubio se asomó desde el piso de arriba y notó que su hermano no se encontraba en la sala, solo estaba Sunoo, Ni-ki vio la oportunidad perfecta. Rápidamente agarró su dibujo y bajó sutilmente las escaleras, donde vio a su hyung escribiendo en su teléfono y sonriendo hacia el, no le tomó mucha importancia así que se paró a su lado

—Hola hyung—

—Oh, hola Ni-ki-shi—Dijo el mayor un poco sorprendido ya que no había visto al niño bajar las escaleras

—Hyung, le tengo un regalo—Sunoo se sorprendió aún más, ¿que tendría ese pequeño para el?

—Oh, Ni-ki-ah, ¿y qué es ese regalo?—Preguntó curioso

—Cierre sus ojos y extienda sus manos—Intrugado el pelinegro cumplió la petición

Ni-ki rápidamente acomodó su dibujo en las manos de Sunoo y le indicó que podía abrir sus ojos. Sunoo quedó perplejo a lo que sus ojos veían, era un dibujo de él, el pequeño Park había dibujado su rostro, no era el dibujo más perfecto del mundo, pero para un niño de 8 años lograr dibujar el rostro de una persona con tanto detalle fue increíble de ver, Sunoo se sintió muy alagado.

—Oh, Ni-Ki-ah, ¡Es precioso, eres todo un artista! Te quedó increíble, pero ¿por qué a mí?—

Ni-ki se sonrojó ante la pregunta

—Mi maestro nos dijo que dibujáramos algo bonito, y lo dibujé a usted, porque Sunoo hyung es muy bonito—Ni-ki jugaba nerviosamente con sus pequeñas manitas, Sunoo murió de ternura al escuchar esas palabras y ver al pequeño.

—Serás un gran artista Ni-ki-shi, y soy muy afortunado de haber sido una de tus obras, lo pondré en un marco y lo colgaré en mi cuarto—Sunoo seguía muerto de ternura así que le dió un fuerte abrazo al pequeño rubio en agradecimiento, se lo compensaría con un dulce más tarde.

Ni-ki subió corriendo a su cuarto de los nervios, su corazoncito latía fuerte y feliz, su hyung le había dado un abrazo, un muy cálido y suave abrazo, Ni-ki se consideraba a sí mismo el niño más afortunado del mundo en ese momento.

My First Love | SunKiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora