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Meses después...

Nada había cambiado de gran forma, el grupo de amigos seguía juntándose con frecuencia en la casa Nishimura, donde el pequeño Ni-Ki aprovechaba para estar cerca de su Sunoo hyung, los demás chicos lo aceptaban ya que también solían divertirse con el niño, más cuando este era extremadamente competitivo en los videojuegos.

—Ni-ki, hoy los chicos y yo iremos a la feria en la tarde, ¿quieres ir?—La familia se encontraba desayunando un sábado en casa, con el delicioso banquete que había preparado la señora Nishimura.

Los ojitos cafés del pequeño brillaron como nunca.

—¡Claro que sí!, ¿mami puedo ir?—

—Jay-ah, cuida muy bien de tu hermanito por favor, confío en ustedes—Mamá Nishimura no estaba del todo convencida con la idea, la feria era un lugar donde los niños podían perderse fácilmente, sin embargo, también confiaba plenamente en su hijo mayor y los amigos de este, sabía que su bebé más bebé estaba en buenas manos.

—Claro que sí ma—Y así el pequeño Ni-Ki se dispuso a asearse y elegir su mejor atuendo, quería verse bonito, ¿para quién? Creo que es un poco obvio.

—¡Oh Ni-Ki-ah, que bueno que pudiste venir, dame 5!–

—¡Si Jakeu hyung! Mamá me dejó venir con la condición de no comer muchos dulces y darle mucho amor a Bisco—

Bisco era el pequeño perrito de los Nishimura, al rededor de un año antes, Ni-Ki no dejaba de insistir en tener una mascota, aunque sus padres no estaban muy de acuerdo al inicio ya que no confiaban tanto en la responsabilidad de su pequeño, el niño les demostró que podían confiar en él, incluso aunque Jay es alérgico a los perros le prometió a su hermanito tomar sus medicamentos para que pudieran traer al cachorro a casa.

Ahora el canino era adorado por todos y sorprendentemente Ni-Ki había estado haciendo un buen trabajo, el pequeño tenía una infección en el estómago, nada grave, pero si necesitaba de medicamentos, Ni-Ki se encargaba de tranquilizarlo para que su madre pudiera darle su medicina al perrito.

—Ah Nini, que bueno que llegaste, divirtámonos mucho juntos hoy—Ahí estaba, el protagonista de sus sueños. Claro que el pequeño rubio no tardó en correr hacia a él.

Para Ni-Ki no había nada más hermoso que ver los ojos de Sunoo formarse en dos medias lunas, en como en la parte superior de sus mejillas acompañados de un color camesí se formaban unos ligeros hoyuelos y en la divinidad de su sonrisa acompañada de sus labios color rosa, para Ni-Ki no había nada ni nadie más hermoso que Sunoo.

—¡Así es Sunnie hyung, divirtámonos mucho hoy!—

Y así los 6 chicos y el niño pasaron a recorrer toda la feria, subiéndose a millones de juegos a petición del más pequeño, incluso aunque todos estuviesen exhaustos complacían los deseos del pequeño Nishimura.

—¡Chicos miren, una cabina de fotos! ¡Tomémonos unas por favor!—Sunoo adoraba las fotos, y más adoraba tomarse fotos a si mismo, aún más cuando tenía accesorios bonitos con cuales disfrazarse o filtros adorables.

—Ahh Sunoo hyung, creo que nos vemos bastante mal ahora como para tomarnos una foto—Exclamó Jungwon un poco inseguro de sus aspectos para una sesión de fotos

—Jungwon tiene razón Sun, tal vez en otra ocasión—Habló ahora Sunghoon

Sunoo dio un pequeño suspiro seguido de un tierno puchero mostrando así su decepción al no poder hacer uso de esa cabina, eso era hasta q sintió un pequeño jaloncito en su chamarra.

—Sunnie hyung yo puedo tomarme fotos con usted si quiere—Un pequeño y sonrojado Ni-Ki lo veía con ojitos brillantes, era aún más adorable cuando el pelinegro tenía que bajar la cabeza para poder mirar al pequeño mientras que este tenía que subirla para ver a su mayor.

—Eso sería increíble Ni-ki-shi, ¡vamos!—

Así Sunoo y el pequeño Ni-Ki tomaron muchas fotos juntos, con diferentes accesorios, máscaras, lentes y diferentes poses. Unas donde Ni-Ki se ponía de caballito arriba de Sunoo, otras donde Sunoo lo cargaba como un bebé y otras donde ambos formaban un corazón.

Pero definitivamente la favorita de Ni-Ki y la que iba a atesorar toda su vida, sería donde Ni-Ki estaba haciendo una mueca graciosa y Sunoo lo veía con ternura. Cuando el rubiecito vio esa foto algo dentro de él sintió que Sunoo podría amarlo tal y como él lo hacía, lamentablemente el amor de un niño puede ser el más puro pero también el más inocente

My First Love | SunKiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora