Omegadecember 2021

3. Instinto

"It's bittersweet to think about the damage that we do
'Cause I was going down, but I was doing it with you
Yeah, everything we broke, and all the trouble that we made
But I say that I hate you with a smile on my face
Oh, look what we became"

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|| O M E G A C E M B E R ||
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Bien cierto es que dicen que cuando la vida dejar de ser hermosa, se vuelve un peso más que es imposible de devolver ¿no es así? Quizás, quizás si dejáramos de buscar algo que no se encuentra en nuestras manos, como la felicidad eterna o uno de esos deseos vanos que todos parecen querer, podremos entender lo que realmente significa vivir: Vivir en esta pesadilla de mundo que nos hizo clasificarnos en tres categorías como si de animales en jaula se tratara. Aunque al final, las categorías no hacían más que simples humanos se volvieran mismos animales.

— ¿Por qué aceptaste esta salida, Akutagawa? —Inquirió saber el chico albino, rascando su nariz con cierta timidez ante lo que empezó siendo una cita a ciegas. El hombre a su lado carraspeó algo tenso por estar bebiendo café cerca de un omega.

—Porque Lucy me lo pidió.

— No te ves como alguien que siga algún tipo consejo o pedido —asimiló. Akutagawa se permitió descansar sus párpados antes de responder, por el cansancio de estar teniendo qué responder dudas ajenas.

— Bien, posiblemente no lo soy, plenamente confío en que no eres tiempo perdido —dijo y abrió los ojos para admirar los indecisos de Atsushi. — Tengo algunas dudas, tal parece que mi voz te afecta. ¿No tienes curiosidad?

Atsushi se cruzó de brazos algo pensativo, por lo que le comentaba el hombre sin disimulo, ¿que su voz le hizo mal? Sí, es verdad, pero tampoco quería darle vueltas y vueltas a un asunto que le mantenía sin calma distrayéndolo de sus asuntos normales, unos que, honestamente, tampoco estaba intentando resolver. Como por ejemplo, ese trabajo que se entregaba en cinco días ¿la escuela le perdonaría? No, definitivamente no le perdonarían estar flojeando.

— No es algo que me interese, por completo —mintió. No quería que el otro supiera que estuvo pensando en su aroma toda la noche. Akutagawa asintió.

— Me tiene nervioso que un chico como tú responda a mí. Sé lo que dicen de esos cuentos extraños, destinados y almas gemelas. Si me lo preguntas, no me interesan tampoco.

— ¿Entonces por qué?

Akutagawa se permitió beber un poco de ese café que ya estaba frío, pues el clima no ayudaba en nada que sus helados huesos temblaran. Era un alfa algo sensible a los cambios de temperatura, lo que era sumamente extraño en su especie dominante, igualmente no se preguntaría la razón de ser así.

— Puede ser que esté un poco avivado con este tema —admitió, pasando sus cabellos detrás de su oreja con elegante movimiento. Atsushi bajó la cabeza levemente. — Sin duda esto es extraño, encontrarte el primer día que decidí salir.

— ¿Qué tiene eso de raro?

— Somos un país con pocos omegas y alfas, creo que lo sabes. El alfa que se peleó ese día es un chico que conocí por su omega, Yumeno.

— ¿Al que empezaron a insultar?

— Sí. Sucede que Kenji es un alfa muy protector, y el ex de Yumeno es un patán. Yumeno me ha dicho varias veces que los rumores de él no dejan de salir desde que encontró a su destinado, Kenji.

— Permíteme no entender, ¿qué tiene qué ver eso con esto? — Atsushi parpadeó, confundido por la forma de contar los sucesos de la fiesta, que poco recordaba y su propia cabeza no parecía desear retratar.

El azabache tosió un par de veces, con la mano en la boca de galante manera. — Cuando Yumeno me lo contó no pude evitar desentender por qué tomarse la protección tan en serio. ¿Acaso ser destinados tiene qué ver?

— Dudo que sea el caso. Conozco casos donde los destinados no se hablan —afirmó. Entonces el mayor se sentó con los brazos sobre la mesa.

— ¿Entonces qué les mueve?

— Supongo que... ¿El instinto?

— ¿Instinto?

— Eres... uhm, un alfa, ¿no? —Akutagawa asintió, pareciendo burlarse de la forma tan tonta de preguntar lo evidente. — ¿Nunca has tenido una pareja con la que tener el instinto de lo que sea?

— Nunca he tenido una pareja que me duré más de dos semanas. Así que no.

— Uhm... ¿Entonces qué planeas? —Akutagawa abrió la boca para responder, fijando esos ojos grises por mucho tiempo sobre Atsushi, mismo que sintió algo extraño de verlo directamente al iris.

— Seguir a mi instinto. Y ese me dice que te tenga cerca.