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1982 

Sus dedos intentaban ser los más ágiles posibles para no arruinar lo que le había costado. En su plato se encontraba un salteado de verduras con la salsa especial que solo su madre sabía hacer. 

A un costado se encontraba toda la carne que había sido cocinada hace solo unos minutos. Llevó un trozo a su boca de brócoli, era su favorito. Masticó con mucho cuidado y tragó, lento pero seguro.

Bien, lo había hecho bien. Ahora quedaba terminar el plato entero sin cometer algún error o hacer una estupidez como cortarse los dedos.

Sus ojos subieron y se encontraron con los del doctor, el cual para bien o para mal, se había sentado frente suyo. Casi se atragantó en toda la cena.

Alrededor de ellos estaba toda la familia en la gran mesa de madera que se había instalado en el patio. Había un bullicio enorme, como era de esperarse de una comida familiar. La música de fondo en la radio con canciones viejas era poco notable debido a las voces más fuertes y risas de niños jugando. 

Taehyung le regaló una mirada profunda y siguió hablando con una de las primas Jeon que se encontraba a su lado. 

Jungkook suspiró con alivio y siguió comiendo de su plato, quería terminar lo antes posible allí. Por alguna razón sentía que todo el mundo sabía algo. Era un paranoico, solo un poco. Aún así, podía jurar que todos en la familia tenían conocimiento de que él se daba besos y se tocaba muy amorosamente con su vecino. 

Esto le daba vueltas desde que escuchó al pastor. Aquel hombre que había sido de su gran confianza durante toda su vida, incluso, él mismo se había confesado un par de veces con cosas tan banales como robarle un dulce a Jimin cuando eran niños, pero nada más.

Dejó su pensamiento de lado cuando vio levantarse a Taehyung que era arrastrado por una de sus primas. Ella debía tener casi la misma edad que él, eso creía. Esta lo tomó de una mano llevándolo hacia la pista de baile en donde varios movían sus cuerpos al compás de la música, había de todo un poco.

Vio como las manos del hombre se posaban en la cintura de la chica y comenzaban un vaivén a la par que la música. 

Su estómago se cerró por completo y sintió un gusto amargo que se posó en su boca. No le gustaba eso, para nada. 

Pero...¿Quién era él para impedirlo? Nadie. Absolutamente nadie. Él nunca sería capaz de sentir eso en primera persona porque antes, sería crucificado por toda su familia.

 —Jungkook  —sintió un jalón en su camisa. Miró unas manos pequeñas que lo mecían en busca de atención. 

 —¿Mh? ¿Pasa algo?  —preguntó a sus primos pequeños.

Era Jeno, Sowoo, Johu, Jaemin y Yu-Ji. Estos se encontraban agitados por haber jugado y corrido por todo el lugar. Los miró con curiosidad dejando su plato de lado y disculpándose con quien estaba alrededor por salirse de la mesa.

Nadie le prestó atención, de todos modos.

 —Queríamos jugar contigo como la vez pasada.

 —¡Sí! Esa vez nos llevaste en caballito y me divertí tanto  —Sowoo apoyó la idea limpiando sus mocos que habían comenzado a caer.

Jungkook buscó en su pantalón alguna servilleta y se agachó a la altura de su primo en cunclillas. Limpió su nariz antes de que el líquido llegara a su boca.

 —Iugh, que asqueroso  —Yu-Ji hizo una mueca alejándose un poco al ver la acción de su primo más grande.

 —No es asqueroso  —Jungkook dijo de inmediato al ver que Sowoo se sonrojaba de inmediato, con un poco de pena ante lo dicho —, todos tenemos moquitos. Incluso yo. Cuando hace mucha calor estos bajan solos. 

Granger → taekook (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora