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Capítulo 4

Durante los comerciales.

Tanto Minjeong como Karina estaban jadeando mientras pasaban datos científicos en la pantalla que describían cada reacción que podría haberse dado, basada en la primera escena que habían visto.

Karina por su parte estaba escuchando, quería saber porque su respiración se había elevado y su piel estaba sonrojada. Minjeong por otro lado, estaba tratando de no lanzarse sobre Karina y usar sus esposas en ella.

—Iré a uh... iré a por una bebida...—Minjeong tartamudeo, moviéndose hacia la cocina tambaleando. Podía sentir la humedad pegajosa entre sus muslos, presionándola con cada paso que tomaba. Tenía que deshacerse de esos pantalones. Desviándose al dormitorio, Minjeong encontró un par de sus shorts para correr que dejo ahí semanas antes. De hecho, Minjeong vio que un tercio del closet de Karina consistía en su ropa.

Sin querer tomar más tiempo del necesario, temiendo que Karina podia pensar que Minjeong estaba "haciendo cositas" en su dormitorio; Minjeong se quitó sus pantalones y ropa interior, y se puso los shorts. Luego cogió un brassier deportivo, quitándose el que tenía puesto, remplazándolo. Se sentía más cómoda y en control de sí misma.

Karina se miró a si misma cuando Minjeong se fue. Sentarse en solo su tanga la ponía y la hacía sentirse viva. Aunque ella siempre fue segura de su cuerpo y sabía que era considerada atractiva para muchas personas, nunca había sentido tanta emoción de estar desnuda frente alguien. Minjeong hacia que sintiera un hormigueo en su piel y que el centro entre sus piernas palpitara. Decidiéndose a ser más atrevida, Karina se quitó su blusa, tirándola al piso. Dejándola sentada simplemente en un brassier de encaje negro y tanga que hacían juego.

Karina se mordió el labio examinando su apariencia, su piel sonrojada y brillante. Si esto no metía a Minjeong en su cama esta noche, no estaba segura de que lo haría.

Minjeong cogió una cerveza de la cocina y otra copa de vino para Karina antes de regresar. Como hizo para mantener agarrados ambos objetos cuando vio a Karina prácticamente desnuda, jamás lo sabrá.

—Umm... te traje... uh algo de vino—Minjeong le alcanzo la copa antes de sentarse lo más lejos que pudiera de Karina. Rápidamente tomándose su cerveza.

—Gracias—Karina respondió dulcemente, sus ojos apreciando deseosamente la apariencia de Minjeong. Karina lamio sus labios viendo el abdomen tonificado de Minjeong y sus largas y suaves piernas. Ambas sabían que este juego era peligroso, pero Karina no pensaba detenerse ahora. Se sentía libre y sexy y sabía que Minjeong estaba igual de excitada que ella. La cuestión ahora era ¿cuál de las dos sería la primera en ceder?

El sonido del documental empezando nuevamente capto la atención de Karina.