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Capítulo 10

Las piernas de Karina se enredaron alrededor de la cintura de Minjeong y sus brazos estaban alrededor de su cuello mientras Minjeong se dirigía a la habitación de Karina. Apenas entro pateo la puerta cerrándola tras ella, sus manos estaban ocupadas agarrando el trasero de Karina.

Lanzándola sobre la cama Minjeong rápidamente se sentó a horcajadas en su cintura. Minjeong aún tenía el strap on asegurado a su cintura y caía sobre el estómago firme de Karina.

—¿Qué paso con degradar toda la casa?

—Supongo que tenemos el resto de nuestras vidas para hacer eso. Ahora mismo solo quiero degradar esta cama —los labios de Minjeong terminaron sobre el cuello de Karina— La cama en la que dormí muchas veces y me he acostado contigo, pero en la que nunca pude cogerte —sus labios eran tibios y dejaban besos mojados a lo largo de su pulso. Karina tembló, su cuerpo arqueándose contra el cuerpo duro de Minjeong.

—Puedes poseerme donde quieras —la atmosfera aún era densa de tensión y sexo, ambas podían percibir el amor irradiando de ellas. La gente que decía que coger no era hacer el amor claramente jamás habían sentido lo que Karina y Minjeong estaban sintiendo ahora mismo. Karina juraba que su corazón estaba a punto de explotar, aunque sabia que tal afirmación era científicamente imposible. Minjeong la hacía sentir algo que no podía categorizar mucho menos comprender.

Minjeong agarró fuertemente los senos de Karina sintiendo como se endurecían los pezones y ponían imposiblemente duros bajos sus manos.

—¿De verdad tienes pinzas para pezones?

Karina asintió, recordando el video que empezó todo esto.

—Si. Ve a mi closet. En la parte de atrás hay un cajón donde están todos mis juguetes. Ve por ellos si quieres que te lo demuestre.

Minjeong la miró para ver si estaba diciendo la verdad. Solo le tomo un segundo, mirarando los ojos de Karina llenos de amor y lujuria, para saber que en verdad estaba siendo sincera. Minjeong se paró de la cama, yendo a por las pinzas para pezones que estaban en el closet.

Mientras Minjeong estaba en el closet buscando por el juguete Karina suspiro, hundiéndose en la cama. Se sentía satisfecha en la manera más completa. Dejando su mano caer y deslizándose entre sus piernas Karina lentamente empezó a sobar sus pliegues. Estaban sensitivos por todos los orgasmos previos y Karina sabía que Minjeong iba a hacerla gritar con el orgasmo final que se venía.

—Mmm— Karina gimió metiendo uno de sus dedos en su sexo.

Cuando Minjeong salió del closet sus ojos se abrieron de par en par mirando a Karina tocarse a si misma, era extremadamente erótico y mucho más excitante que cualquier video porno que pudiera haber.

—No pares —Minjeong dijo en una voz ronca mientras se acostaba en la cama a lado de Karina.

Karina asintió manteniendo su dedo empujándose dentro y fuera de ella lentamente. Podía sentir sus paredes pulsando y la deliciosa humedad colándose en las sabanas.

—Oh... ¡Minjeong!— grito cuando Minjeong paso y mojo con su lengua alrededor de su pezón erecto. La presión se incrementaba mientras sus senos estaban sumergidos en la boca de Minjeong y los succionaba fuertemente. Las caderas de Karina se presionaron contra su mano mientras Minjeong chupaba, lamia y mordía. Liberándolos con un fuerte 'pop' Minjeong sonrió en victoria. El seno de Karina tenía un buen chupeton en el.

Oscuros y lujuriosos ojos se encontraron con los de Karina.

—Eres mía ahora —Minjeong exhalo— No quiero que nadie más te tenga. Que te vea así. Eres mía.