· ─ ❨ 𝗲𝘅-𝗯𝗼𝘆𝗳𝗿𝗶𝗲𝗻𝗱 ❩
¿al final podré tener
mi historia de amor?
Nyoko siempre creyó que su relación de secundaria con Tōru podría durar muchos años más al salir, pero lamentablemente no fue así. Tantas cosas que tuvo...
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capitulo doce "verdades a la luz"
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Nyoko no sabía cuál era el karma que estaba pagando para que le sucedieran cosas que no quería enfrentar. Tenía la leve sospecha de que era porque cuando tenía diez años le dijo a un niño que Santa Claus no era real luego de que le pusiera un chicle en el cabello, o porque cuando cumplió doce tiró su helado encima de un niño porque le dijo que su cabello era feo.
Porque en el momento que piso la salida de la preparatoria, fue que su mamá estaba ahí, en el coche, esperándola con impaciencia. Nyoko tragó en seco cuando le tocó el brazo a Ima y ella se calló, dándose cuenta en lo que ambas se habían metido. Oikawa e Iwaizumi se habían quedado ahí, a practicar un poco antes de que cerrarán la cancha. Cada quien había estado en detención con alguien que no deseaban, y al menos Ima aún no le contaba cómo le había ido con Iwaizumi.
—Suban —les dijo Kaede, señalando con su cabeza la parte de atrás del coche. Nyo asintió y junto con su mejor amiga lo hicieron, en completo silencio y esperando a que la mujer fuera la primera en hablar, de lo contrario se podría delatar—. Y bien, ¿hay algo que quieran decirme las dos?
Ambas compartieron miradas aún sin decir nada. Nyo sintió la boca seca y titubeó antes de intentar hablar, pero Ima se le adelantó.
—Unas chicas intentaron inculpar a Nyo de que se había copiado en un examen —contó con rapidez, suponiendo que ella no querría que su mamá supiera—. Intenté echarme la culpa pero terminamos castigadas ambas... lo siento por eso.
—Tu mamá y yo recibimos una llamada acerca de lo sucedido, y le dije que vendría por ustedes —informó la mujer—. Y tranquilas. Yo sé que no hicieron nada malo, las conozco como la palma de mi mano.
Lo cual, era cierto. Kaede era perspicaz, y siempre que las dos intentaban mentir en algo desde niñas, las descubría. Pero también era comprensiva, y entendía muy bien que eran cosas de adolescentes y las dejaba ser («¡mientras no fuera asaltar un banco!», eso solía decir).
