· ─ ❨ 𝗲𝘅-𝗯𝗼𝘆𝗳𝗿𝗶𝗲𝗻𝗱 ❩
¿al final podré tener
mi historia de amor?
Nyoko siempre creyó que su relación de secundaria con Tōru podría durar muchos años más al salir, pero lamentablemente no fue así. Tantas cosas que tuvo...
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capitulo catorce "¿coincidencias?"
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Los años anteriores, cada vez que Nyoko avanzaba de curso, se sentía muy feliz y llena de vida, siempre dispuesta a dar lo mejor de sí. Pero, cuando le tocó pasar a segundo año, había algo que no la tenía del todo tranquila.
Ima y Dai seguían siendo sus mejores amigos, Tobio y ella se frecuentaban con regularidad, con el equipo del Aoba Jōsai había vuelto a ser lo mismo y con la única persona que las cosas se encontraban extrañas era con Oikawa. Se hablaban, a veces él acudía a ella para deberes y estudiar juntos, pero nunca había vuelto a ser igual como era de esperarse. Se querían. Cualquier persona que los viera al estar juntos se daría cuenta de lo mucho que se amaban, que se extrañaban y que inconscientemente tenían gestos con el otro. Pero, aunque Oikawa seguía intentando de todo para que Nyo volviera a su lado, ella no se sentía lista.
La herida de su corazón seguía ahí, persiguiéndola en vida y en sus sueños también.
Nyoko se dirigía hacia la preparatoria junto a Ima en el coche de su mamá, Kaede. Los pensamientos de que esperaba que tocará junto a Ima o Dai en clases eran los únicos que rondaban. Ojalá los tres pudieran compartir clase ese año, pero, eso tendría que ser ya mucha casualidad y buena suerte, así que Nyo trataba de cruzar los dedos y que un milagro sucediera.
—¿Crees que este año intenten algo contra ti? —preguntó en voz baja Ima, sobre todo para que Kaede no escuchará nada. Nyoko se le quedó mirando y se encogió de hombros.
—Ya veremos.
Los últimos meses las cosas habían ido diferentes a como comúnmente tendría una adolescente de preparatoria. Por una parte, había gente que aún la trataba mal porque Oikawa seguía buscándola aunque no fueran novios y eso a las chicas no les gustaba; y por otra, había unas a las que eso no les importaba y se dedicaban en seguirlo a él día y noche. Por ejemplo, Rumi, la había ignorado todo lo que había restado del primer año; una vez se habían visto a los ojos y Nyoko suponía que ella ya sabía la verdad, porque en ese momento, la chica se alejó y nunca más habían cruzado miradas. Todo era muy extraño.
