Cuéntame

2.2K 239 0
                                    

Aizawa me informó que habían llamado a mi madre, pero no había contestado el teléfono, no me pareció raro, ella nunca se había interesado mucho por lo que me pasara dentro o fuera de la universidad.

-Debe de estar ocupada en su trabajo- respondí- ella normalmente no está en casa a esta hora.

-Necesitamos que alguien responda por ti, aún no eres mayor de edad Katsuki- dijo Aizawa.

-Me falta un mes para ser mayor de edad, no necesito un acudiente- no quería tener que lidiar con mi madre y menos ahora que estaba enojada conmigo por irme de casa.

-No importa cuánto te falte Bakugo, no es responsable dejarte ir por tu cuenta cuando te acabas de desmayar y aún no sabemos por qué.

-Entonces no tiene nada que ver lo de ser menor de edad solo es una excusa por si me pasa algo ustedes no sean los responsables.

-No voy a discutir contigo, el punto es que no te vas a ir hasta que alguien responda por ti ¿entendido joven?

-Sí, señor-dije gruñendo.

-Siendo así me voy. Cuando venga alguien por ti vienes conmigo para asegurarme que sí hubo un acudiente - sin más que decir Aizawa salió de la enfermería sin prestar atención a mis quejas.

-Mejor me escapo, de todas maneras no me quiero quedar aquí quién sabe hasta qué hora - dije para mi mismo.

-Y ni se te ocurra escapar- gritó Aizawa desde el pasillo.

Vaya dolor en el culo que era, parecía tener poderes de escucha y su quirk ni siquiera era parecido.

Ya habían pasado unos minutos y nadie entraba, así que me quité el suero, me puse mis zapatos y me peiné un poco. Me di cuenta de que a diferencia de hace algunas semanas estaba mucho más pálido, sin embargo, no me veía mal, decidí dar un recorrido por la U. A, ya que me quedaría un buen rato ahí.

Mientras recorría la universidad me di cuenta de que era más tarde de lo que pensaba, ya mucha gente se había ido y los únicos que quedaban eran los que estaban en cursos extras. Como todo estaba casi vacío decidí ir a la cafetería para comprar algo de comer.

Fui a las máquinas expendedoras y saqué unas papas picantes, me senté en la mesa de profesores y me di cuenta por qué es un área privada, sus sillas eran de los más cómodas y tenían una cajita con cupones de descuento de todas las tiendas en el comedor, era una maravilla.

Todo iba relativamente bien cuando vi entrar a Shoto en la cafetería con un soba y un jugo de naranja, me le acerque por atrás para darle un susto.

-¡Hey! ¿Qué haces, extra?- pregunte en tono inocente, fue un poco decepcionante ver que no lo asusté, pero mínimo se puso alerta.

-¿No se supone que deberías estar en enfermería? - preguntó preocupado.

-¿No se supone que deberías contestar la pregunta que te hicieron antes de hacer otra?

-Es en serio ¿no deberías estar en enfermería? Técnicamente te desmayaste muchas horas.

-Si eso hubiera pasado, habría despertado en un hospital, no aquí. Sí me desmayé pero no por horas, supongo que simplemente me quedé dormido

-No importa, no deberías estar aquí solo, te puedes volver a desmayar- respondió de mala gana.

-No me iba a quedar en la enfermería quien sabe cuántas horas, quería salir de ahí por un momento. Simplemente estaba aburrido-dije sincero.

-¿Y tú porque aún estás aquí?-pregunte curioso 

-¿Por qué te quedarías horas aquí, no se supone que ya estás bien como para irte?- me preguntó Shoto

Si no te dabas cuenta [TODOBAKU ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora