Alma Rota

IX.- Nemeton

Dylan caminó de manera tranquila con las manos dentro de los bolsillos de sus tejanos por el bosque, no necesitaba ser una banshee o un sabueso del infierno para encontrar el nemeton, su magia lo guiaba sin ningún problema.

Al llegar sonrió de manera ligera mientras colocaba su mano sobre el tronco.

- Hola, nunca pude agradecerte por darme la fuerza para acabar con Gerard

Una luz verde iluminó el trono y de él emergió un hombre de cabello castaño largo de ojos verdes profundos y hermosos.

- No tienes que agradecer Mieczyslaw, eres importante para mí. Te he visto desde el momento en que naciste, de hecho eres mi descendiente directo – le dijo el hombre

- ¿Descendiente directo? ¿Cómo te llamo en esta forma?

- Nemed y sí, tu madre fue descendiente de mi tataranieto pero no heredo la chispa que tú tienes, de hecho por muchas generaciones esa chispa estuvo dormida pero en cuanto ese malnacido experimento contigo y te dio habilidades; pudiste sobrevivir a esos experimentos porque siempre has tenido el poder de un brujo dentro de ti. Al ser mi descendiente te convierte en el siguiente nemeton pero eso solo será cuando mueras, tu alma se quedará atada al árbol y tu trabajo será cuidar del pueblo y de los habitantes en el – le explicó Nemed de manera tranquila

- De alguna forma tienen sentido para mí. ¿Así que eres algo así como mi abuelo muy muy muy lejano? – le preguntó Dylan mientras se sentaba al lado de Nemed sobre el tronco

- Se podría decir así. Te he visto desde bebé, te has vuelto fuerte y estoy orgulloso de ti Nemed

- Gracias abuelo – le dijo Dylan con una ligera sonrisa sonrisa en su rostro

- Ahora te haces llamar Dylan, ¿no es así? ¿Te molesta que te llama Mieczyslaw?

- No, ese es el nombre que mi madre me dio así que no tengo ningún problema en que me llames de esa manera

- ¿Querías hablar de algo más?

- Cuando pise de nuevo el pueblo sentí una gran cantidad de magia pero por lo que veo la manada ni cuenta se ha dado. ¿Qué es lo que está ocurriendo de verdad?

- Uno de los antiguos brujos oscuros está despertando, no puedo evitar que lo haga pero en cuanto despierte habrá una calamidad y solo tú puedes detenerlo

- ¿Por qué yo? Si te soy honesto solo quería ayudar a Noah y después irme de aquí

- Eres la persona más poderosa en el mundo sobrenatural, eres un híbrido de un hombre lobo alfa y un brujo además de que tienes las habilidades de un cazador. Tu poder sobrepasa incluso al mío, sé que quieres una vida tranquila con tu manada pero volviste aquí y creo que tal vez deberías de darles una segunda oportunidad a esos chucos, sé lo que sufriste y no lo merecías pero las personas cometen muchos errores y más los adolescentes que fueron cegados por el poder. Esa manada necesitaba que algo así sucediera, las circunstancias no fueron las mejores pero maduraron como tú. No te estoy diciendo que vuelvas a sus brazos solo deja ese dolor atrás porque solo te lastimas y ya hagas sufrido bastante además en tu corazón sigue estando el alfa Hale. – le sonrió mientras acariciaba su cabello – Toma el consejo de este anciano, la vida es demasiado corta y después vas a arrepentirte, tú eres de buen corazón y realmente puro mi pequeño Mieczyslaw no te dejes guiar por la oscuridad que hay en tu corazón. Esas personas no merecen nada de ti pero poco a poco puedes sanarte perdonándolos pero a quien debes de darle oportunidad e entrar de nuevo a tu corazón es a Derek Hale después de todo están destinados a estar juntos.

- No lo sé, son muchas cosas que superar. Nunca en realidad pude odiarlos solo les tengo rencor, si no hubieran sido tan crueles conmigo nunca hubiera sido secuestrado por Gerard y no hubiera sentido se dolor. Los días e volvieron un infierno, los experimentos me destrozaron y por un momento quise morirme ahí mismo, he crecido y madurado, entiendo lo que me dices pero no sé si estoy listo para eso. Por ahora me concentrare en el despertar de ese brujo

- Lo entiendo, aquí siempre voy a estar cuando lo necesites. Eres mi pequeña travesura y te quiero así que no estarás nunca más solo mientras esté contigo – le dijo Nemed besando la frente del castaño con cariño

- Gracias abuelo, volveré pronto a visitarte

- Estaré esperando

Nemed vio con una sonrisa a su nieto alejarse y cuando estuvo lo suficiente lejos sonrió con tristeza.

- No dejaré que el destino te arrebate la posibilidad de ser feliz, cuando sea el momento yo te ayudaré