Mi esposa es una ¡¿Diosa?!

Capítulo 7

Hola... Estoy Vivo XD

Justo como lo prometí nuevo capítulo, hay que agradecer a Jasiel-sama por andar detrás de mi insistiendo por mas de un año para que escriba.

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Desde hace seis meses las mañanas en la casa Hyodo eran algo agitadas, ambos adultos siendo maestros de la misma escuela junto con uno de los alumnos, siendo el hijo de uno de ellos, tienden a tener ciertas discusiones a lo largo de su preparación para salir de casa a tiempo.

—¡Hunter, es hora de que te levantes!  —Gritaba Issei desde las escaleras, intentando despertar a su hijo.

—Puedes dejarlo dormir, ayer llego muy cansado y no tiene clases hasta medio día—Rossweisse estaba intentando calmar a Issei, cosa que lograba de poco a poco.

—Lo sé, pero no puede dormir toda la mañana, tiene que aprender a madrugar— Issei volteo a ver a Ross, con una mirada un poco extraña.

—Entiendo a lo que te refieres y créeme, pero ¿Por qué no lo dejas pasar por hoy?

—deberías dejar de consentirlo tanto...

—Yo no lo consiento— Rossweisse desvío un poco la mirada.

—Si lo estás haciendo, sé que intentas llevarte bien con él, pero... —Issei se detuvo a pensar un poco —Lo estás haciendo un niño mimado.

—¿Qué tiene de malo que lo mime un poco? —preguntaba Rossweisse un poco curiosa.

—Veras...

Issei y Rossweisse comenzaron una charla sobre Hunter y como estaba sobrellevando la llegada de una figura materna a su vida, tanto se metieron en el tema que no escucharon a Hunter llegar.

Hunter estaba sentado a un lado de Rossweisse, estaba sirviéndose un poco de jugo y unos cuantos hot cakes que estaban en el platón del centro de la mesa.

—Papá ¿me pasas la miel? —Hunter tomó la miel que le paso Issei —Esta bueno el desayuno ¿quién lo hizo?

Nadie respondió a su pregunta y alzó los hombros para continuar desayunando. 

—Te digo que no puedes ser tan severo con él —dijo Rossweisse a Issei—. Es un chico tierno y serio.

—Está bien, lo pensaré —dijo Issei con un aire de derrota—. Buenos días Hunter.

—Buenos días papá.

—Buenos días, Hunter-kun.

—Buenos días, Rossweisse.

—¿Cuánto tiempo tienes ahí? —preguntaba Issei.

—como unos veinte minutos —dijo Hunter en respuesta

—¿Veinte minutos? —pregunto Issei bastante perplejo —¿Cuánto tiempo llevamos hablando?

—Dos horas.

—Dos horas... dos... ¡Dos horas! —gritó la mujer —¡Faltan 10 minutos para iniciar las clases!

La familia Hyodo se apresuró a correr para intentar llegar apenas a tiempo a la escuela.

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Cuando se terminó el horario escolar Hunter junto con Rossweisse fueron al lugar a donde solían entrenar desde hace seis meses. Estaban sentados mientras estaban esperando al dios del trueno, estaba retrasado dos horas.