One Omega For Three Kings |Trillizos Styles| ❀ [Traducción NO autorizada]

3. White Eyes

Parte 3

White eyes

"¿Luna?" Dijo una suave voz desde la puerta, interrumpiendo el sueño de Louis.

Louis levantó la cabeza con un pequeño resoplido, su cabello cubriendo sus ojos.

"¿Qué? Oh, sí, ese soy yo, supongo". Louis dijo saliendo de las sábanas, frotándose las manos sobre la cara.

"Tenemos que bañarle, Luna". Dijo la beta, entrando en la habitación e inclinándose.

"Por favor, llámame Louis, tengo más personas que me llaman Luna que dedos". Louis bromeó, picándole las costillas.

La beta dio una sonrisa tímida, corriendo al baño para esperar ahí a Louis. "Señor, el baño está preparado." La beta dijo unos minutos más tarde, abandonando la sala. Louis tomó eso como su señal para desvestirse.

Louis entró en la tina, disfrutando del calor del agua. Olía a rosas y se sentía como seda en su piel. Se sentó lentamente, con la piel de gallina formada en su piel mientras levantaba la barra de jabón de lavanda. Se frotó las manos con jabón en los brazos, el cabello y todo el cuerpo naturalmente sin vellos. Suspiró, cerrando los ojos y metiéndose debajo del agua.

Louis creía que las cosas iban rápido, pero ¿quién era él para hacer algo al respecto? Era un omega, y los omegas estaban subestimados en la sociedad actual.

Louis salió de la bañera una vez que terminó, recogiendo una toalla de un estante y secándose el cuerpo. Entró en su habitación, tirando de la ropa que notó que estaba recostada en su ahora hecha cama.

Se miraba en el espejo cuando Marcel entró, abrazando a Louis por detrás.

"Buenos días, cariño", dijo Marcel, olfateando el cuello de Louis.

"Hola, alfa". Louis sonrió, inclinando su cuello para darle más acceso a Marcel.

"El azul se ve divino en ti, resalta tus ojos". Marcel sonrió, mirando el reflejo de Louis.

"También resalta tu trasero", dijo Harry desde la puerta.

Louis resopló, moviéndose del agarre de Marcel.

"Gracias, Harry, necesitaba tanto eso", dijo Louis, dándole a Harry un pequeño empujón antes de sonreírle.

"Hola, princesa". Harry sonrió, dándole a Louis un beso en la frente.

"¿Por qué yo no estoy en esto?" Edward dijo, levantando a Louis y apartándolo de sus hermanos.

"Oh, hueles tan encantador, mi omega", sonrió Edward, clavando su nariz en el cuello de Louis.

"Es hora del desayuno, amor", anunció Harry, haciendo que Edward lo soltara.

"Oh, hueles tan encantador, mi omega", sonrió Edward, clavando su nariz en el cuello de Louis.

Los muchachos caminaron juntos, hablando unos con otros sobre cosas que a Louis no le importaban. Louis estaba ansioso por conocer a la madre de los trillizos, ella era la Reina y la líder de la manada Real

Los sirvientes abrieron una entrada de puertas dobles. Louis vio una gran mesa de comedor de roble que tenía más de cuarenta asientos. Cerca del final, una bella mujer con largos cabellos castaños. Tenía un libro en su mano, sus ojos rozando las palabras. Louis notó su olor, olía a pastel de manzana.

"Madre, este es nuestro omega", habló Harry.

La mujer no se movió, sus ojos no abandonaron su libro.

"Pude olerlo antes de que todos ustedes entraran". Ella dijo, bajando el libro y levantándose de su asiento.