Controlled [+18] Tom Riddle y Mattheo Riddle

Quince

¿Por qué mierda siempre me pasa lo mismo? ¡Quién mierda podía ser en esos momentos! Estoy en mis pensamientos sobre el hermano y vienen a tocar...

—¿Quién?— trate de preguntar sin sonar mal.

Pero apareció Tom enfrente de mi, ocupo los polvos para llegar...pero ¿Por qué?

Estaba por preguntarle algo pero puse su dedo en su boca indicándome que no hablara a lo que me calle.

Me tomo se mi cintura y me pego a su cuerpo sintiendo su calor, beso mis labios pero volvieron a tocar la puerta interrumpiendo el beso.

El me miró y conjuro algo, comencé a ver cómo se movía todo y me marie para después llegar a una habitación desconocida.

—¿Dónde estamos?— pregunté mirando a Tom.
—No puedo explicarte ahora, solo quédate aquí. Es mi habitación, si escuchas algún ruido quédate aquí no importa que sea y si alguien intenta abrir la puerta te escondes o haces algún hechizo, pequeña. Solo cuídate.

Estaba por hablar pero salió de nuevo con un hechizo, comenzaba a preocuparme.

Mire la habitación de Tom y era muy grande, además de elegante.

Tenía una cama matrimonial a lo que me senté y los pensamientos invadieron mi mente de nuevo.

El se preocupo por mi o planea algo.

No existe otra opción.

Y algo dice en mi que es la segunda.

Mire a todos lados y me tope con una ventana, era cubierta con cortinas verdes oscuras.

Me levanté de la cama y me dirigí a ella, me pare enfrente y abrí la cortina para ver levemente.

Era un ventanal, vi personas entrara, eran mortifagos.

Entre ellos mire a mi padre y Lucius hablando de algo para después ver cómo mi padre se iba y Lucius entraba a la mansión Riddle.

Deje caer la cortina para tapar la vista hacia adentro y me senté de nuevo en la cama.

Escuché un ruido y una risa tenebrosa, nada más y nada menos que de el padre de los dos asesinos con los que me acuesto.

Sería un tiempo largo esperando aquí, no sabía el “por qué” estaba aquí, pero sabía que no era nada bueno.

Horas después

Alguien me distrajo de mis pensamientos mientras estaba acostada en la cama de Tom y era el quién entró.

—Pequeña, tienes que irte.

Ordenó y cerró la puerta con seguro.

Llevo más de tres horas aquí y escuché un plan contra Harry Potter que va tener muertes de por medio.

Me levanté de la cama y camine a la dirección de Tom para mirarlo, estaba pálido y con un estrés que se podía ver a distancias.

—Tom, ¿Que sucede?

El me miró, sus ojos profundos y vacíos penetraron los míos y hablo.

—Nada, solo estoy estresado. —Dijo y yo solo alcé mis cejas —Ya te puedes ir.

Mi mirada bajo por su cuerpo hasta topar sus manos en las cueles se veía un líquido rojo, y sabía que era sangre.

El noto mi mirada y ambos hicimos un contacto visual.

Me excitaba de maneras inexplicables saber que mato alguien y que sus manos tenían sangre de esa persona, era tan rara está sensación.

Note que a él le extraño mi rostro de excitación al ver sus manos llenas de sangre.