Capítulo 7

53 17 3
                                    


«Cuando las pieles
están destinadas a
arder en las llamas de la
pasión , la sangre se une y
bullen formando así, la mejor
mezcla química »

J••••
Tic tac , tic tac , siento mi cuerpo caer en un abismo , intento levantarme pero las piernas me fallan , la cabeza me duele , siento la sangre correr por mis venas a gran presión , el cuerpo se me está calentando más de lo normal , no puedo hablar , mi lengua esta hinchada , mi respiración es acelerada y mi corazón golpea mi pecho con fuerza .

Cada minuto que pasa es como un año de mi vida . Me recuesto como puedo , miro hacia el techo y abro las manos , ya no hay vuelta atrás , me estoy hundiendo en mis propias arenas movedizas pero aún así no me arrepiento , esta obsesión que me despertó aquella diosa de antifaz me llevó al filo del abismo pero seguí hasta que me empujó y caí .

Tic tac , tic tac, es todo lo que repite mi mente una y otra vez . Oigo ladridos , perros se acercan , no me puedo defender , son depredadores que no se sacian con carne de otro animal , ellos están acostumbrados a la vitalidad que les proporciona la carne humana y ahora yo seré su cena , ¿ Que buen final ? , trato de reírme porque jamás se me ocurrió terminar devorado por un par de perros hambrientos y con sed de sangre , ya están aquí , ya no corren , ahora caminan viendo a su presa , me escanean , sacan sus lenguas y un hilo de saliva cae por cada costado de sus bocas , se siguen acercando y cuando están a solo unos metros dan un salto , cierro los ojos , ya no hay nada que hacer , espero su ataque pero nunca llega , abro mis ojos y me encuentro a mi compañero con una tabla en la mano.

— Pensaste que te dejaría morir — me dice — Pues mira , es tu día de suerte porque todavía tienes un asunto que resolver con una tal enmascarada .

Saca de uno de sus bolsillos una jeringa , se agacha y tomándome del brazo , inyecta algo que me va sumergiendo como en un mundo, donde al parecer, todo se basa en eso ,un sueño.

— Esto no te curará , pero te mantendrá con vida por unas horas — oigo que mi compañero dice , pero su voz está muy lejos , yo estoy muy lejos de aquí y solo puedo pensar en los labios de una mujer cuya identidad es anónima , pero su valentía es tanta que osó meterse con el rey de las sombras y ahora solo puedo pensar en las miles de formas en las que la podré poseer , porque esa mujer , esa diosa , esa ninfa de labios carmesí, es mía y no seré yo quien se lo pida , sino ella .

Ámame desde la oscuridad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora