CAPITULO 1

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—Te lo suplico, dame un mes, un mes y pagare todo— dijo sollozando, mientras recargaba su frente en la puerta esperando una pequeña señal de piedad. Para su desagracia, la puerta se abrió por un gran golpe.
En ese instante, una silueta apareció en la entrada y con arma en mano argumento "Llevas 2 semanas sin pagar, a LB no le gusta eso" acto seguido apunto a su frente para terminar con la vida de ese pobre hombre.

—¡Cuando piensas despertar! —dijo Doka.
—Cuantas veces te he dicho que no me despiertes. —contesto Jacob mientras se tapaba con su cobija.
—Si, sí, me lo has dicho miles de veces, pero hoy es distinto. —dijo Doka mientras le daba una mordida a su sándwich. —Conocí a alguien que le suelen decir RatMan, es un buen tipo o eso creo. —No paso un segundo y Jacob no dudo en interrumpirlo. —Ese nombre me es familiar, no te recomiendo que te juntes con él, ese tipo le gusta robarle hasta sus amigos.
—Robar. — dijo mientras acercaba una silla y la acomodaba a un lado de la cama. —Qué bonita palabra, que curioso que es lo que hare, o mejor dicho haremos. —Jacob se sentó en la orilla de la cama y volteo a ver a Doka con una mirada confusa. —De que estas hablando precisamente, ya te he dicho que no me gusta que me metas en tus tonterías.
—Se cuanto odias las planeaciones, por lo tanto, de eso no te preocupes, tu solo encárgate de robar, ya tenemos al objetivo desde hace unos meses. Siempre le gusta venir a comprar a Isla Heredera.
—Está bien, pero cual es el plan.
—Arréglate, te cuento en el camino.

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El sol empezaba a asomarse y los mercados abrían, el objetivo había bajado del barco hace una hora y se acercaba al punto de fricción. Todo parecía ir a la perfección, después de unos momentos de meditación Jacob le hace una señal a RatMan para que empezara a acercarse al bolso, por otro lado, Jacob trataría de fingir un choque con la señora para llamar su atención. —Oh, mala mía, ¿se encuentra bien? —dijo Jacob, mientras que con su mano derecha hacia una sutil seña que indicaba que era el momento. —No pasa nada joven, solo tenga un poco más de cuidado por dónde camina. —Contesto la señora con una pequeña risa vergonzosa.
Después de lo sucedido Jacob y su cómplice caminaban satisfechos contando cuánto dinero tenían y cuanto repartirían, pero por la emoción RatMan robo más de lo esperado, ya que él contaba con una agilidad única, afortunadamente todo salió perfecto hasta que.
—¡Ladrones, ayuda, ayuda! —grito la señora. Las miradas reposaban en Jacob y RatMan y la demás gente que fue robada no tardo en notar que algo les faltaba.
Esos gritos resonaron en la cabeza de Doka «Creo que es momento de preparar el paso dos del plan» pensó Doka mientras acomodaba sus bicicletas y la cosa con ruedas de RatMan. —Por que tardaron tanto, ¿Se les complico? —dijo Doka en torno burlón. —Cállate, como tu organizaste esta cosa te dejas lo más fácil a ti. —contesto RatMan mientras montaba su cacharro. —Cierren la boca ustedes dos, no hemos terminado, falta llegar a la zona segura. —Ordeno Jacob.

—Mm si, respecto a eso. —dijo RatMan, en ese preciso instante, acelero a una velocidad que nunca se había visto. «No puede ser, se fue con gran parte del dinero y el plan se ve interrumpido» pensó Doka, acto seguido acelero colina abajo para perseguir a RatMan. —¡Esta muy lejos! —grito Doka, pero Jacob no le hizo ni una pisca de caso, cualquier paso en falso y saldrían disparados por los aires.
Doka lo siguió por las mismas calles, para su fortuna Isla Heredera era muy pequeña y esa sabandija no tardaría en quedarse sin suelo. En un punto de la persecución Doka noto lo que parecía la bicicleta de RatMan en el suelo y un rastro de sangre que salía de ahí. Al seguir el rastro, noto como seguía hacia un callejón muy oscuro para estar a plena luz del día. Doka se aventuró, pero no encontró nada, había un silencio absoluto, lo único que se escuchaba eran los latidos acelerados y unas pisadas temblorosas ya que Doka no sabía de lo que era capaz ese traidor.
«Dónde podrá estar, no pudo ir muy lejos, pero no me tengo que dejar intimidar.» se dijo a sí mismo, los segundos pasaron y se sentían como horas, Doka no pudo contener el silencio un segundo más. Con un movimiento sutil saco de su bolsillo su cuchillo mariposa, a pesar de ser muy miedoso, sabía cómo controlar las armas blancas a la perfección y esta no era la excepción.
—Venga niño, te va a traicionar, así lo hizo con todos. —dijo RatMan escondido en el callejón, la voz desgarradora y desafinada retumbo en los oídos de Doka provocándole un miedo incluso mayor, pero la decisión estaba hecha, cazar a RatMan. —No soy un niño, y no va a traicionarme, tu fuiste quien lo hizo traidor asqueroso. —Contesto Doka, mientras buscaba por todas partes. —Yo le robe por que el me robo, es algo justo ¿No crees?, además, esto es así, no puedes confiar en nadie niño—dijo RatMan acompañado de una risa con flemas y con severas dificultades respiratorias. El silencio que una vez atormento a Doka regreso, pero para su suerte, no duraría mucho tiempo.
De pronto, un grito desgarrador se dejó escuchar y enfrente de Doka un cuerpo callo acompañado del sonido de huesos rompiéndose, era RatMan. —Si vas a aplicar tus viejos trucos que no sea cuando esté presente. —dijo Jacob desde los tejados del callejón. «Entonces si se conocen.» Pensó Doka, el pensamiento se esfumo rápidamente ya que tenían cosas más importantes que hacer. "El plan" dijo Doka mientras caminaba de lado a lado.
—¿Qué hay con el plan? —contesto Jacob.
—Todo mal, debemos reacomodar todo. —
—Porque no solo seguimos sin esa cosa. —dijo Jacob mientras miraba fijamente a RatMan.
—Si lo dejamos aquí lo más probable es que le diga a su pandilla, a no ser. —contesto Doka mientras caminaba lentamente a RatMan. Los gritos y los ruegos no tardaron en escucharse y los intentos inútiles de escapar, pero fueron en vano. Jacob ya hartó de la situación, pego un salto para bajar del tejado donde estaba, camino lentamente y piso la muñeca rota de RatMan. —Creo que deberías tirarlo de la isla. —dijo Jacob mientras aplicaba más fuerza.
—¡No, eso no! E visto lo que les sucede a los que tiran, nunca logran tocar el suelo, siempre hay algo que los come.
—Tuviste que pensarlo antes.
"¡Se fueron por aquí, yo los vi!" grito alguien a la lejanía, tanta discusión, hizo que se les olvidara que estaban siendo perseguidos. Los dos agarraron sus bicicletas. —Déjalo, La bestia es fea, pero la gente de esta isla peor. — dijo Doka mientras miraba a RatMan con una expresión de decepción. «A reanudar los planes.» Pensó Doka, mientras escuchaba los gritos de piedad de RatMan.

(Desactualizado) Los herederos de la superficie.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora