CAPITULO 3

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"Hogar, dulce hogar." Dijo Jacob al mismo tiempo que observaba una pelea callejera fuera de la tienda. Un disparo impacto en la puerta justo cuando Mantiz salio con una taza y una bata blanca, que claramente por la suciedad era casi negra en su totalidad. Los dos no hablaron por un buen tiempo, solo veian la pelea, pero los dos sentían felicidad de volver a verse después de años. La pelea terminó como el silencio que había entre los dos.

—Entonces, ¿Como conseguiste dinero?. —Dijo mientras daba un sorbo a su taza.
—Robamos, siempre conseguíamos el dinero necesario pero un día llegó un pez gordo.
—¿Recuerdas lo que algún día te dije? Robar en Isla Heredera es muerte una muy mala elección, ten cuidado si llegas a regresar ahí
—No pasará nada, tu confía. —Contesto Jacob mientras veía por el rabillo del ojo la pieza de RatMan.
—Chico, recuerda que Isla Heredera nunca olvida.
—Dudo que un canoso sepa más que yo sobre cómo se manejan las islas.
—No soy ningún viejo, quizá un poco pero lo sabio lo tengo, recuerda quien te salvó el culo en La Capital, si este canoso. —Mantiz le ofreció un sorbo de su bebida a Jacob.
—¿Tequila? ¿Sabes que son pasadas las seis de la mañana? Eso te tumbara el resto del día.
—Lo se. —Dijo mientras se daba la vuelta y regresaba a la tienda.

Jacob se canso de estar parado y comenzó a caminar por las calles dónde se crío, recuerdos de el corriendo y robando llegaron a su mente y una sonrisa se plasmó levemente en su rostro, siguió por los callejones y notó un señor de la tercera edad siendo robado. Jacob, corrió y logro alcanzar al ladrón, cuando le arrebató el bolso al ladrón robo el dinero de la billetera de aquel anciano y se largó, al dar la vuelta en una esquina sintió como algo se inyectó en su cuello y Jacob calló al suelo sin poder moverse mientras sus párpados se cerraban lentamente.
Al despertar un puñetazo se plasmó en el estómago de Jacob.

—¿Lo hice bien jefe?
—Estupendo.
—Gracias jefe.

Al abrir los ojos no pudo distinguir nada, una luz encandilaba y quemaba sus pupilas.

—¿Dunncan? —Justo al decir eso recibió un golpe en el rostro.
—No te eh dado el permiso de hablar, ¿O si? Verás, tengo un trabajo para ti.
—No tengo tiempo, no se cómo diste conmigo pero si quieres ayuda reserva una cita.
—Ay Jacob, creo que sí tendrás tiempo para esto, por otro lado encontrarte fue sencillo ese viejo del callejón fue una distracción para traerte aquí. —Cuando Dunncan dijo eso, de la sombras se escucho una voz.
—¿Ya salgo jefe?
—Si Lucas, sal ya.— Salió de las sombras con lo que parecia una carpeta. —El es Lucas mi ayudante. —Lucas saludo y Dunncan lo miro con ojos de enojo. —El te dará todo lo que necesitas saber para este trabajo. —Lucas lanzó la carpeta a la mesa y salieron dispersas unas fotos e información del objetivo.
—¿Orador Fénix?
—Asi que lo conoces, maravilloso, menos que explicarte. —Dunncan se dió la vuelta y agarró su bastón. —Por cierto, tienes un mes para hacerlo, tic tac Jacob, tu secreto cuelga de las manecillas del reloj, y no queremos que Doka se entere del monstruo que eres. —Acto seguido, lo golpeó en el rostro, al despertar notó como estaba frente a la tienda y afuera se encontraban Mantiz y Doka.

—Te dije, diez y ocho minutos. —Dijo Mantiz mientras le arrebataba el dinero de la mesa con una sonrisa.
—No entiendo cómo acertaste. —Contesto Doka mientras se levantaba molesto de su silla.
—¿Cuanto llevo aquí? —Pregunto Jacob mientras tocaba sus heridas de su rostro.
—No sabemos. —Contestaron los dos a la vez.
«El tiempo corre Jacob» Esas palabras pasaron por su cabeza mientras veía a Doka. —Dodo, vamos, tengo cosas que mostrarte.
—Esto no va a quedar así Mantiz. —Mantiz solo sonrió mientras contaba el dinero.

Cuando llegaron al centro de la ciudad, una luna se posaba en el centro de la gigantesca isla, gente se ponía de rodillas frente a la luna, otros tomaban fotos. "¿Que hacemos aquí?" Dijo Doka mientras miraba a todos lados buscando a Zafiro. Mientras caminaban Jacob le explicó lo que tenía que hacer, le contó a Doka una historia falsa para que se animará a ser parte del plan.

(Desactualizado) Los herederos de la superficie.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora