amor peligroso [2da Temporada]

capitulo 7

Toqué la puerta y me abrió el abuelo de Matt, su cara al verme fue de asombro, traté de sonreírle, el me hizo entrar, yo acepté y me senté en un sillón, el se sentó frente a mi.

Tu: Disculpe si molesto... (trato de iniciar una conversación)
Abuelo: Descuida
Tu: ¿Tiene tiempo?... (el asintió) quería hablar sobre Matt...
Abuelo: ¿Luego de tanto tiempo?
Tu: No se me había ocurrido venir aquí... he estado ocupada preocupándome por mi
Abuelo: ¿Por ti?
Tu: Si, todo este tiempo me preocupé por estar bien yo (me encogí de hombros) no pensé nunca en el... solo me preocupé de olvidarlo...
Abuelo: ¿Y qué te hizo cambiar de opinión? (dijo entendiendo)
Tu: Ayer lo vi... (noté como sus ojos se abrieron) no pude hablarle, y ahora no sé si fue lo correcto
Abuelo: ¿Y que quieres que yo haga?
Tu: Usted debe saber donde vive ¿No? (dije tratando de sonreír pero no pude)
Abuelo: Si, lo sé... también lo vi ayer, estaba raro, pero no me dijo porque, ahora entiendo
Tu: ¿Podría decirme?
Abuelo: Claro que puedo (tomó aire) pero el no quiere...
Tu: Solo ayúdeme ¿Si?, quiero que me diga la razón del porque se fue...
Abuelo: Está en uno de los edificios del centro...
Tu: ¿La calle dónde hay una cafetería? (preguntó susurrando, el asiente) ¿Cuál de todos?
Abuelo: No puedo decirte nada más... (tomó aire) si llegas a hablar con el no le digas que yo te dije... no querrás que se enoje con el único familiar que mantiene contacto (yo asiento)

Me pongo de pie rápidamente, tengo que volver a aquella calle, lo más rápido posible, me despido y salí de la enorme casa y corrí a tomar un taxi, si lo conozco bien no se quedará una noche encerrado en su casa, menos un sábado, estaba frente a la cafetería, no había nadie ya estaban cerrando.

Eran casi las 8:00 pm y me encontraba sentada en una banca que había en una de las aceras, inspeccionaba todo el lugar, y algo hizo que me sobresaltara mi celular comenzó a vibrar, Amber.

Tu: ¡Te dignaste a llamar! (dije riendo)
Amber: Tu también lo puedes hacer (se defiende)
Tu: Ayer vi a Ryan... ¿Por qué no me dijiste que habías hablado con el?
Amber: Lo siento, creí que te haría bien un reencuentro
Tu: Amber... (susurré) ayer vi a Matt...
Amber: ¡¿Qué tu que?! ¿Le dijiste algo? ¿El te habló? ¿Dónde? ¿Cómo?... (decía todo sin hacer pausas)
Tu: No, no, en la cafetería, no sé quizás es el destino
Amber: ¿Como que no le hablaste? ¡Estuviste esperando volver a verlo durante tiempo!
Tu: Lo sé, Amber tengo que cortar...
Amber: Pero...
Tu: Mañana te llamo...

Corté, ¿La razón?, lo vi, entro en el edificio de la esquina de la calle, de seguro el no me vio, caminé hacia allá, entré a la recepción del edificio pero el ya no estaba ahí, aunque no iba a dejar que se volviera a escapar, tengo que hablar si o si con el. Detrás de un mesón hay una señora vestida formal, supongo que es la recepcionista, miro el nombre que lleva puesto en la blusa, Mariah, tendrá unos 34 años, es como de la edad de mi mamá, me sonríe al verme.

Mariah: ¿Puedo ayudarte en algo?
Tu: Si, un amigo me dijo que vivía aquí (comencé a decir) pero se me olvidó el número de su departamento...
Mariah: Oh entiendo, podrías describírmelo y te puedo ayudar (sigue sonriendo, yo asiento) bien, comienza...
Tu: Ok, tiene mi edad... está viviendo solo aquí... de seguro es el único chico de mi edad que está viviendo solo aquí...
Mariah: ¿Cabello castaño? (yo asentí) si, sé quien es... piso 8, departamento 22...
Tu: Oh, gracias (le sonreí)
Mariah: De nada...

Caminé hacia el ascensor y cuando las puertas se abrieron entré, marqué el número 8 y comenzó a ascender, el pequeño lugar estaba rodeado de espejos, no tenía ningún parecido al del antiguo edificio, al salir del ascensor todo estaba en paz, el pasillo era de color blanco, y tenían luces en ciertos lugares, las puertas de los departamentos de madera brillante, busqué la puerta con un 22 de cobre reluciente en la parte superior, tomé aire, y luego lo solté, lentamente levanté mi puño y la golpeé. Cuando abrió la puerta el estaba confundido, me miró de pies a cabeza unas cuantas veces, abrió la boca sin decir nada otras cuantas, luego asintió como si estuviera confirmándose algo a el mismo.

Matt: ¿Quieres pasar? (dijo lentamente y yo asentí temblando)

Se hizo a un lado para dejarme entrar, las paredes de su departamento eran blancas, igual que las del pasillo, una enorme ventana en una de las paredes, sillones negros, la mesa de madera brillante oscura, las sillas a juego, la cocina estaba amueblada, el piso era de madera, me hizo señas para que me sentara, obedecí y el se sentó junto a mi, pero guardando distancia.

Matt: ¿Cómo llegaste aquí?
Tu: Te vi entrar en el edificio (susurré, no tenía muchas fuerzas para hablar más alto) la recepcionista me ayudó...
Matt: Que inteligente ¿No? (lo miré por unos segundos) ¿Ya no usas falditas? (dijo sonriendo)
Tu: No... (tomé aire) no quiero bromear ¿si? (el asintió) solo quiero saber algo...
Matt: Porque me fuí ¿No? (asentí mirándolo) no puedo decírtelo, si solo venías a eso puedes irte...
Tu: ¿No tienes idea verdad? (me miró con duda) de las cosas por las que pasé ahí dentro y luego por todo lo que tuve que pasar fuera...

Se acercó a mi dudando, lo miraba atenta, cada uno de sus movimientos, estiró su brazo, seguramente con la intención de abrazarme pero yo lo detuve.

Tu: No lo hagas... (el se detuvo bruscamente)
Matt: Lo siento
Tu: No, sabes nada, Matt... lo único que necesitaba para recuperarme eras tu... (tomé aire) pero no estabas ahí... ¿Y ahora no quieres decirme por qué?
Matt: No te lo diré... (tomó un mecho de mi cabello y yo nuevamente comencé a temblar) no puedo
Tu: ¿Tu también con el no puedo? (me moví haciendo que mi cabello resbalara de sus dedos)
Matt: No quieres saberlo, _______________ créeme...

Escuchar mi nombre salir de su boca, se me había olvidado, es una de las cosas que amo, y en este momento lo tengo frente a mi y no puedo hacer nada, tengo unas ganas inmensas de abrazarlo y llorar escondida en su pecho, pero no me atrevo, levanto la mirada para ver sus ojos cafés, el tiene la mirada pérdida.

Tu: ¿Sabías algo de mi?
Matt: Lo último que supe de ti es que me odiabas... (se encogió de hombros) Dylan trató de hablarme de ti después, pero prefería quedarme con esa idea...
Tu: Nunca podría odiarte... (susurré y sus ojos se abrieron) lo dije porque me sentía mal, jamás lo sentí...
Matt: ________________...

Golpearon la puerta, me sobresalté, el se puso de pie, miró por la mirilla, ¿Había mirado por ahí cuando yo golpeé?, se dio vuelta y me miró asustado, me hizo señales para que entrara en una de las habitaciones, algo dudosa asentí y corrí, me encerré, supongo que esta era la habitación de Matt, era su cama, exactamente la misma que tenía en su antiguo departamento, tenía un ventanal enorme, quizás este cuarto era el triple del que poseía antes, un enorme plasma colgaba de la blanca pared, dos puertas más, supongo que una era el armario, la otra será el baño, sentí que alguien más entró en el departamento y me pegué a la puerta para escuchar.

Matt: Se supone que hoy no vendrías...
Xxxxxx: ¿No te gustan las sorpresas?

Oh no esa voz, mis piernas temblaron, quería dejarme caer en el suelo y tumbarme a llorar, pero no quería hacer ruido, seguí pendiente.

Matt: Da igual, ¿No crees que ya es tiempo que dejen de vigilarme?
Xxxxxx: Yo solo cumplo con mi trabajo
Matt: Bien, no la he visto

¿Está hablando de mi?, oh claro que está hablando de mi, si conozco perfectamente la voz de aquel hombre, siento que Matt se despide y luego abre y cierra la puerta de entrada, en ese momento me dejo caer al suelo y al instante comienzo a llorar, la puerta a mis espaldas se abre.

Matt: __________________ (dice asustado) ¿Estás bien?

Se inclina y me rodea con sus brazos, había olvidado como se sentía que el me abrazara, comencé a llorar más fuerte, el contacto con el me provocaba eso, era una mezcla de emociones, primero estaba ese miedo de que el hace solo minutos estuvo hablando con el tipo que me mantuvo encerrada, el que me hizo eso que no recuerdo pero imagino y por el otro está esa alegría de sentirlo cerca, sentir que aun puede sentir algo por mi, que no me ha olvidado como yo tampoco lo he olvidado a el.