Secret

245 26 4
                                    

Gellert.

    «El día está soleado, estoy en un cuarto que no reconozco y ni siquiera estoy seguro de que esta sea la casa de mi tía abuela, todo tiene un toque diferente y un tanto especial, como si estuviera buscando en específico en este lugar ¿o es a alguien?

    Se escuchan pasos provenientes de las escaleras del lugar y de inmediato saco mi varita por si algo requiere que la use si algo sale mal en algún instante. Pero, para mi sorpresa, veo a aquel chico castaño con toque pelirrojo, ojos azules intensos y piel ligeramente canela, utilizando un vestuario casi igual al que usó la última vez que nos vimos, y vaya que le queda bien, lo reconozco. Aquel chico me mira con confusión y guardo de nuevo mi varita con algo de timidez.

- Gellert, ¿qué haces aquí? - Pregunta el chico.

- Albus, yo... Vine a decirte algo...- Contesto mientras veo al chico entrar y cerrar la puerta.

- Si es respecto a las reliquias de la muerte... Creí que esperarías más, hasta vernos la próxima vez- Supone casi al instante, costándole trabajo para seguir creyendo en eso.

- No, no es eso...- Aclaro, notando aún más su confusión.

- ¿ah no? ¿Entonces de qué quieres hablar conmigo?

«sé porqué estoy aquí, tengo que hacerlo...» pienso mientras miro a Albus.

- Albus... Yo... - Trato de formular, sonando coherente-. Desde que te conocí... Yo... No he...

    El hermano mayor de los Dumbledore se mantiene pendiente a lo que digo, sentándose en la cama que hay en el cuarto y sólo así sé que es su alcoba, cosa que me calma y no me hizo pasar alguna mala impresión con su familia.

- No he dejado de pensar en ti... Es extraño porque... Creo saber la razón, pero... Tengo un poco de miedo...- Intento decir mientras en mi mente organizo mis ideas.

-¿Tú? Gellert Grindelwald, ¿con miedo? - Dice, sonriendo leve.

- Bueno... Es que... Aún trato de entender qué me hiciste.

- Yo no te hice nada, no te di ninguna poción ni hice nada para que te sintieras así. Lo lamento.

- Albus... Déjame terminar, por favor.

- Siento que me estás culpando... Y yo no hice nada, y tampoco debo dejar que me culpes por ello- Exclama con ligeros movimientos de mano por el aire-. Lo acabas de decir, no entiendes “lo que te hice” ¿Y qué crees? Pues yo no hice nada.

- No quise decir eso para ofenderte, me equivoqué de palabras quizá y lo lamento... Sólo que yo...

- Si quieres hablamos cuando estés más tranquilo y tengas tus ideas en orden. Tengo algo que hacer- Afirma, levantándose de la cama.

    Camina hacia la puerta para abrir esta y dejar que me retire, pero de un momento a otro tomo su cintura para llevarlo contra la pared, quedando frente a frente y a una distancia corta, más de lo habitual. Con un brazo rodeo su cintura y apego su cuerpo al mío, mientras con el otro brazo tomo su mejilla suavemente mientras las manos del castaño se posan sobre mis hombros.

- ¿qué... Qué haces? - Cuestiona nervioso, con un tono de voz suave.

- Esto estoy tratando de decirte, Albus. Quiero confesarte que no puedo más con esto... Estar fingiendo que no necesito tenerte así, que quiero siempre estar cerca de ti- Suelto, sintiendo un ligero escalofrío al sentir su respiración.

House of Memories [Grindeldore] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora