Capítulo 16

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Esa misma noche, los tres se encontraban agotados en diferentes niveles de cansancio, Hin era quien se encontraba casi pudriéndose de sueño, por eso fue el primero que al terminar de cenar se levantó de la mesa, llamando la atención de los otros dos para desearles las buenas noches.

- Descansen, hasta mañana.- Decía mientras sus ojos se cerraban sin siquiera quererlo. Can se preguntaba cómo era que las pocas personas que había conocido gracias al contrario, parecían tan normales e inofensivas, todo lo contrario a Tin.

- ¿Dónde do...dormiremos?.- Preguntó rápidamente Cantaloupe, antes de que el dueño de la casa se marchase.

- Sólo hay una cama extra, no creo que sea inconveniente para ustedes dos.- Dijo mientras se dirigía a las escaleras con pasos poco estables.

Can extrañado reflexionó aquella oración, para después de segundos comprender. "Él cree que somos novios. Volveré a dormir con Tin." Decía en su subconsciente mientras terminaba de comer y le daba una mirada al castaño quien al igual que él se encontraba comiendo. Supuso que el mayor no comentaría nada, simplemente iría a la dichosa cama y se acostaría, sin mediar palabras. Por lo cual no creyó que fuera algún inconveniente compartir cama con él, ya que habían hecho lo mismo hace algunos días atrás. "No creo que diga nada, por el momento todo va bien." Pensó por último, algo cohibido.

Los minutos pasaron y Can decidido estaba a punto de subir al segundo piso cuando fue llamado por Tin, algo que le sorprendió un poco.

- Oye.- Regresó su cuerpo a la mesa donde aún se encontraba sentado el castaño.

- ¿Si?

- Podría dormir en el sofá.- Dijo sin más, dándole una mirada a un confundido Can.

- Yo....No, está bien- El pelinegro sonó algo inseguro, aquello de algún modo lo enterneció, el contrario le decía aquello, posiblemente, para que estuviera cómodo. -Digo, a mí no me in...incómoda compartirla, pero si el caso es que a ti sí, yo podría dormir en el sofá.- Trató de arreglar un poco el contexto.

Algo dentro menor se removió, reflexionando sobre que posiblemente compartirían cama por un indefinido periodo de tiempo.

Aún parado frente a la mesa, vio cómo Tin asintió un poco con la cabeza para levantarse y subir las escaleras sin más, seguido del menor.

Ya se encontraban en la habitación llena de cajas, la cama era matrimonial, perfecta para dos personas.

Tin impertérrito como siempre, se acostó en la parte izquierda de la cama. Siempre tomaba ese lugar, cosa que ya sabía Can, quien se fue a la parte derecha lo más alejado del contrario para evitar alguna situación incómoda.

El lugar era más silencioso de lo normal, se podía oír claramente los leves ronquidos del propietario de la casa en la habitación de a lado.

- Buenas noches.- Susurró el pelinegro para cerrar los ojos, sabiendo que no recibiría respuesta.


💥 💥


En la madrugada, unos leves ruidos de la habitación continua despertaron a Can.

- Hola, amor.- Escuchó la voz de Hin decirle a alguien, pero no escuchaba otra presencia además de la de éste, suponiendo que se encontraba en una llamada. Seguidamente oyó unos pasos bajando las escaleras, para poco a poco dejar de oírle, posiblemente salió de la casa. Sin querer ser indiscreto decidió restarle importancia y volver a conciliar el sueño, no sin antes darle un rápido vistazo a un dormido Tin.

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