Enredo de Gemelos [YeonBin|Soojun]

=[ Epílogo ]=

YeonJun siempre estuvo acostumbrado a ser quien recibía la atención de muchos, siempre estuvo acostumbrado a ser el consentido y tener a muchos detrás de él.

Así que jamás pensó en que los papeles se invirtieran y que ahora fuera él quien corría tras cierto Omega acompañándolo casi a todos lados regalandole pequeños obsequios durante el cortejo que llevaba.

Vaya vueltas da la vida, ¿Verdad?

Al final, al cabo de dos meses de conocerse mejor, comenzó a cortejar a SooBin con quien realmente tuvo aquella conexión que sintió mucho más atrás.

Y bueno, no se arrepentía, su amistad con SuBin se mantuvo, realmente eran buenos amigos que vivían entre bromas y celos por parte del Alfa con su hermano.

-- Toma --Sonrió el, ahora, pelirrubio, entregándole una rosa al, ahora, pelimorado quien se sonrojó y agradeció recibiéndola para olerla.

-- Está hermosa, gracias Yeonnie Hyung --Hizo una pequeño eyes smile SooBin-- ¿Va a ir con nosotros luego de clases al parque? --Le miró-- Irá Hyung, Tae creo que llevará a Beom y Kai.

-- Vale, ¿por qué no? --Sonrió tranquilo teniendo un dejavù con aquella frase al aceptar una salida con uno de los Choi-- Anda a clases, pequeño.

-- Sigo sin entender porqué le dice pequeño a mi hermano si usted le llega al mentón a penas --Rió SuBin apareciendo de la nada abrazando por los hombros a su hermano quien rió.

YeonJun agradeció profundamente en que ambos se tiñeran el cabello y comenzaran a ser independientes del otro.

Ya que luego de que comenzó el cortejo, SooBin tiñó su cabello a su actual color morado y dejaba su aroma libre. SuBin en cambio tiñó su cabello a un tono azul eléctrico y por su lado también dejaba su aroma libre.

Y aunque YeonJun no contara con aroma propio para marcar al Omega, agradecía que este lo hiciera con él, además de que solía darle algunas prendas de ropa con su perfume característicos al Omega para que se las colocara y así mostrara que estaba en cortejo.

-- Déjame ser pulgoso --Le sacó la lengua al Alfa sacandole una risa al Omega de los tres por la actitud infantil del Beta.

-- Te dejaré ser el día que le pidas a mi hermano ser tu Omega --Le miró burlón y rió con ganas ante el sonrojo de ambos, recibiendo en consecuencia un zape por parte de cada uno.

-- ¡Soo Hyung!¡Help me! --Una voz un poco aguda resonó y los tres vieron a HueningKai correr y arrastrar con él al pelimorado quien no tuvo tiempo de reaccionar más que correr con el otro Omega quien se sonrojó más al ver al hermano de su amigo allí con ellos antes de correr.

-- Uy, alguien tiene a Huening poste con patas Kamal en la mira --Se burló el más bajo de ambos.

-- Ahora sueña en que te abriré la puerta de la casa cuando vayas a ver a Soo --Le sacó la lengua a lo que el Beta le imitó.

SuBin le lanzó una salten a YeonJun quien corría por su vida escondiéndose tras los sofás o cualquier lugar donde pudiera evitar un feo golpe de algún objeto de cocina.

-- ¡Tenme piedad SuBin! --Chilló el pelirubio.

-- ¡No! --El Alfa gruñó y lanzó esta vez una olla.

-- ¡Choi SuBin!¡Cachorro malcriado!¡¿Qué pasa aquí?! --Una voz femenina potente resonó y YeonJun palideció más al reconocer a su suegra, la madre de los gemelos, una Alfa totalmente posesiva y de porte MUY temible.

Bueno, fue lindo mientras duró.

-- ¡Ese desgraciado se quería comer a mi Soo! --Chilló cual niño.

-- ¡¡SooBin baja ahora mismo!! --Gritó la mujer y casi de inmediato escuchó los pasos del gemelo menor.

Tragó en seco al ver que la mujer tuvo un tic nervioso en el ojo al ver las mejillas sonrojadas, los labios rojos e hinchados y ropa desacomodada de su hijo Omega.

Bueno, ahí recordó cuando SooBin le confesó que al ser madre soltera, su mamá siempre fue posesiva con ambos, y aun más luego de que se presentaran, incluso recordó el interrogatorio de la mujer cuando se presentó como novio de SooBin.

-- Eres Beta muerto --Soltó y Yeon tragó saliva antes de correr de nuevo con los dos Alfas detrás gritándole maldiciones.

-- ¡Mami!¡Hyung!¡Ya! --SooBin miró feo a ambos Alfas quienes pararon mirándole antes de ignorarle olímpicamente para seguir en busca de asesinar a su cuñado y yerno.

El Omega puchereó y sintió sus ojos cristalizados, su celo estaba cerca y aquello lo ponía más sentimental de lo normal.

Por lo que un sollozo no tardó en escuchar y tanto los dos Alfas como el Beta que estaba casi azul por la falta de oxigeno al ser estrangulado en plena cocina miraron a la escalera viendo al Omega llorar.

Y como si hubiera dicho el número de la lotería, los tres corrieron donde el chico para tratar de calmarle, recibiendo así los tres un zape junto a un puchero en medio de lágrimas.

-- I-idiotas --Sorbió su nariz y volvió a su habitación azotando la puerta.

Los tres allí solo se miraron entre ellos.

-- ¿Será que le bajó? --Murmuró SuBin.

-- ¡¡Te escuché maldito animal!! --Saltaron por el grito de SooBin.

-- Tú logra contentarlo --Ambos Alfas empujaron al Beta y corrieron a la cocina.

El Beta pestañeó y lloriqueó.

Bien, aquello si bien era algo no muy común, podría soportarlo mil y un veces más por su Omega.