Un Amor del Futuro (Hanyō no Yashahime) | Sesshomaru × Tú | EN EDICIÓN

Capítulo 1 (Leer nota del final)

NARRADOR

Su fiel sirviente ya le había pasado toda la información que tenía y debía de saber, sin embargo, se atrevió a llegar hasta el espíritu del árbol sagrado para indagar más acerca del evento catastrófico que su familia había sufrido.

—Es sorprendente que estés aquí, Sesshomaru —dijo el árbol, quien tenía la apariencia y la misma voz de la primera mujer de la cual su medio hermano menor se enamoró alguna vez—. ¿No te lo dijo Jaken? Tu hija Towa viajó en el tiempo hasta llegar al otro mundo —volvió a decirle lo que ya sabía—, aunque es claro que quieres saber más.

—Ve al grano —pidió.

—Ella está bien, cayó en las manos correctas, aunque ha sufrido un encuentro que ya esperaba —mencionó—. Felicitaciones, rey bestia, eres padre de un saludable y fuerte varón —Sesshomaru frunció el entrecejo. No entendía los “balbuceos” que soltaba el árbol sagrado. Comenzaba a agotar su paciencia.

Un pequeño portal se abrió, haciendo el papel de una diminuta pantalla que le dejaba ver un poco más sobre el otro mundo que desconocía por completo. No pudo esconder su expresión en cuanto la figura de aquella mujer peliplata de iris rojos apareció frente a sus ojos, quien esta misma yacía frente a su primogénita; Towa.

—Yukie Taiyō —pronunció Kikyo—. Ya se ha dado cuenta de quién es hija esa niña —se refirió a la peliplata más pequeña presente en la escena—. Y ahora a lo que nos debe de importar... ese niño que está a su lado, es realmente tu primogénito, Sesshomaru.

—Sena —después de años volvió a oír su voz, había cambiado muy levemente. La vio tomar la mano del niño—. Ella es tu hermana. Ambos son hijos del mismo padre, de aquel hombre que visualizaste en aquella foto, es por eso que los dos comparten casi el mismo aroma.

—¿Mi... hermana? —pudo escuchar la voz del niño albino de ojos rojos como la sangre.

Después, visualizó a un hombre de cabellos negros e iris grises posicionarse a lado de la demonesa.

—Ese hombre es el ahora esposo de Yukie, se llama Ethan Aleeksev —siguió informando el árbol de las edades—. Le dio un apellido a tu hijo, por lo que su nombre completo es Sena Aleeksev. Esta mujer tuvo su final feliz, pero no es lo mismo para ti.

Sesshomaru se estaría mintiendo a sí mismo si toda esa nueva información no le estaba costando procesarla. Aquella noche hace años en donde Yukie y él se volvieron a entregar fue el punto culminante para que ese niño que visualizaba a través del portal naciera. No podía decirle lo contrario al árbol, su primogénito realmente se hallaba a cientos de años en el futuro lejos de él, y parecía ser que no tenía ni la menor idea de su existencia.

—A diferencia de tus hijas gemelas, Sena no tiene ningún vínculo hacia ti.

Lo último que visualizó a través de aquel extraño portal, fue a Yukie alejarse de su hija en conjunto a Sena y ese hombre. Supo que era su hora de irse también, no tenía tiempo que perder.

—No falta mucho para que los hilos del destino hagan lo suyo —dijo el árbol sagrado, observando a la mujer que estaba sellada dentro suyo.

***

YUKIE
ERA MODERNA

Esa noche, mi familia y yo decidimos irnos del templo Higurashi, no sin antes prometer que regresaría pronto para ayudar a Sota con el crecimiento de Towa, quien era una mitad demonio así como InuYasha.