"Mi día a día de mierda" un relato real relacionado con la vida en sociedad.

Mi día a día de mierda - Segunda Parte.

Pero bien, continuando...

Para ese entonces me sentía súper incómoda, acosada de alguna forma por estos individuos que trataban de obtener información mía y por la chica de enfrente que se pensó que estaba en un spa.

Luego, el colectivo se detuvo en la Terminal de Santa Fe para llevar más gente y mientras eso aproveché. Tomé todas mis cosas y le pregunté a uno de los choferes si había algún problema de que me ubique en un asiento más adelante que esté vacío, ya que de todas maneras a partir de ahí hasta mi destino ya no subiría más nadie. Así que sin problemas, el chofer me autorizó y yo ya logré respirar mucho más tranquila. En ese momento, mi "travesía" había cambiado de forma drástica para mejor en cuanto a mis ánimos y humor.

Me senté lo más adelante que pude, más específicamente al lado de la escalera. Ese sector era mucho más amplio, al punto de que si la mujer de adelante quería reclinar por completo el asiento podría hacerlo sin que me enterase. El aire acondicionado ya funcionaba como debía. y el calor corporal excesivo que sentí al principio al fin me había abandonado, lo que fue un total alivio.

Hasta ahí todo bien, pero recordemos que mi papá aún no me confirmaba su presencia a la hora de llegada y como sabía que estaba trabajando le dejé un mensaje, y seguí con lo mío. Miré un capítulo de la serie que había arrancado a ver el día anterior y sólo me despejé.

Más tarde, luego de eso le mandé varios mensajes a mi papá para confirmar si estaría y me llamó... diciendo su frase célebre de porquería "Si te pueden ir a buscar... MEJOR." Como si yo no importara, como si no valiera la pena mi seguridad o que él estuviese ahí para mí y sentí en ese instante que se me derrumbaba todo, enojada... con mucha bronca interna que por supuesto no demostré le explicaba a mi "preocupado" padre que me tenía que colgar para avisarle a mi mamá que él no iría mientras trataba de justificar lo injustificable, priorizando una práctica de fútbol de mi hermano más chiquito que mi seguridad. Parece duro lo que digo y un tanto exagerado sí, pero así me sentía y no lo podía evitar.

En fin para concluir y no hacer de este relato mucho más largo diré que la pareja que mi mamá me confirmó y al llegar a destino fui la primera en descender, mientras esperaba recibir mi equipaje, esta "persona" se acercó bastante rápido hacia mí. "Se me vino al humo" como dirían por acá. No lo miré siquiera, tan sólo logré verlo de reojo. Tomé mi valija y mis demás objetos personales y caminé rápida y con pasos firmes por el asfalto de la zona de arribo de los ómnibus en busca de Marcelo, la pareja de mi mamá, que sin saberlo estuvo en un momento clave para mí, momento en el que entendí que tal vez yo a fin de cuentas... no era tan importante para mi propio padre, quien tiene una clara desordenada lista de prioridades en la cual prácticamente no existe mi nombre.

Tal vez estoy súper exagerando la cosas, puede ser... Pero así es de importante el rol de un padre para su hija. Al fin y al cabo todos sabemos que no me pasó nada malo, ya que me encuentro aquí contándoles todo esto. Fue más que nada un producto de mi imaginación que agrandó mucho el problema, y la mente que me jugaba en contra. Pero... ¿Qué hubiese pasado si era alguna situación más grave? Y si supongamos yo no me preocupaba por nada, y tal vez me tomaba un taxi al llegar como había resuelto en un primer momento ¿hubiese salido todo bien igual? Imaginen que iba hasta la calle, tomaba el taxi y pasaba algo mucho peor, o quien sabe cuantas otras millones de posibilidades existían de que se complique todo.

Les aseguro que casos de violaciones cometidos por taxistas no faltan. Casos de inseguridad masiva tampoco, hechos injustos y que quedan inconclusos y sin resolver.

No quiero hacer de este relato un drama, y que piensen que soy una paranoica, pero la realidad es que así vivimos y pensamos, CASI TODO EL TIEMPO la mayoría. Y yo no soy la excepción.