Capítulo Único

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Los días 1 y 2 de noviembre, se cree que los muertos vuelven del más allá. Algunos para visitar a sus seres queridos y otros solo para pasearse unas horas entre los vivos, recordando como fué su vida antes de marcharse de éste plano existencial.

Mikasa Ackerman ha perdido a sus padres a inicio de año en un trágico accidente de auto.
No acostumbraba a visitar el cementerio en éstas fechas, pero ahora tiene un gran motivo para hacerlo.

Sus padres fueron enterrados en un mausoleo familiar.
Al entrar notó que varias tumbas estaban viejas y descuidadas. Con un paño sacudió un poco, compró flores y a cada cripta le puso una rosa encima.
Y como todas las demás personas en el cementerio, pensaba pasar el día junto a sus padres, y la familia Ackerman.

Se sentó frente a dónde los restos de sus padres yacían, sacó un libro y comenzó a leer. Lo hacía en memoria de ellos. Recordaba que cuando era pequeña solían contarle una historia corta antes de dormir.

Un joven, que cada año solía volver al mismo lugar, el sepulcro de su joven amada, vió a lo lejos a la chica con expresión melancólica.
Él llevaba en las manos un ramo de rosas, entró en el mausoleo y dejó las bellas flores rojas sobre una de las tantas tumba.

Mikasa sintió la presencia de alguien y miró en dirección al chico. Él volteo al mismo tiempo, ambos se miraron a los ojos por unos segundos, hasta que la Ackerman sintió su piel erizar y sus mejillas ruborizarse.

Una punzada atravesó su pecho cuando escuchó al hombre hablar - Que tal, buen día. Lamento haberla interrumpido. No era mi intención molestar - Dijo el muy educado caballero. Él vestía un traje muy elegante, lo cual resaltaba su mirada penetrante y ese oscuro cabello.

Con nerviosismo, la mujer respondió - N-no, no se preocupe, ya estaba por retirarme. Vine a visitar éste día de muertos a mis padres y demás parientes ¿Usted conocía a alguno de los Ackerman? - Preguntó.

- Sí. Conocí a uno de ellos - Su mirada apuntó al suelo y después de un largo suspiro prosiguió - Lamento lo se sus padres -

- Tranquilo, ahora están en un mejor lugar. Pero por favor, llámeme por mi nombre - Estiró la mano y él correspondió estrechándola - Soy Mikasa Ackerman -

- Mika...Mikasa Ackerman - Los ojos del joven no podían dejar de mirar los de ella. Los observaba con anhelo, con un brillo de esperanza - Es un nombre hermoso. Yo soy Levi Rivaille -

- Es un gusto -

Ambos salieron del mausoleo, caminaron por los pasillos del cementerio y de repente sus miradas se cruzaban. Era un tanto incómodo para la chica, pero hasta una mujer tímida como Mikasa había notado el atractivo del joven Rivaille.

Sus voces se escucharon al unísono - ¿Tienes algo que hacer... -

- Oh disculpa, te interrumpí - Mencionó Levi.

- Y yo a ti, lo siento - La pelinegra agachó la mirada y tapó su boca con la mano para no dejar salir una sonrisa aún más grande.

- Yo... Mikasa yo quería invitarte a comer, claro, solo si aceptas - Al parecer, no solo ella había notado la belleza del hombre. Más bien, esto era un sentimiento recíproco.

- Claro, acepto con gusto -

Llegaron a un restaurante cerca. Tuvieron una comida elegante y después de terminar,  salieron con rumbo al parque y caminaron uno cerca del otro.
Levi se acercó a un puesto donde vendían helados y pidió uno para él y uno para ella.

- Muchas gracias ¡Wow! Pistache, es mi sabor favorito - Impresionada comenzó a probar el delicioso postre frío.

Persiguieron su camino. Platicaron de todo, de la familia, sus empleos y lo que hacían en un día cotidiano. Ambos descubrieron que tenían mucho en común, la música, los libros, la comida, la edad, incluso las películas románticas.

Ésto realmente sorprendió a Mikasa, jamás había conocido a hombre igual a Levi. Era único en su clases.
¿Será el amor de mi vida? Se preguntaba así misma. Era absurdo hasta para ella adelantarse y comenzar a fantasear una vida con alguien que recién había conocido.

Pero es que Levi Rivaille era tan perfecto, tan maravilloso. Su voz, sus pensamientos, su fisionomía... Todo en él era correcto, era como si fuese destinado para ella y ella para él.

El cielo comenzó a oscurecer. El día estaba finalizando, dejando caer la noche sobre las miradas de ambos enamorados. La luna los abrazaba y los empujaba hacia aquel violinista callejero, invitándolos a danzar ese suave vals.

Levi tomó a Mikasa entre sus manos y con delicadeza la guiaba, con un paso corto y dos largos. Una de sus manos sujetaba la cintura de la chica, de pronto tiro un poco más fuerte de lo normal, obligando a la dama acerca su rostro al de él.

Sus miradas una vez más se unieron, su respiración podía sentirse chocar y los latidos de su corazón retumbaba entre sus pechos.
Era inevitable, era justo el momento preciso. Levi unió sus labios con los suaves y carnosos labios de la chica, dando un tierno beso.

Se separó avergonzado - Lo siento, no debí hacerlo -

- Yo... Estaba esperando a que lo hicieras - Mencionó Mikasa.

Rivaille con amor en la mirada, jaló a la Ackerman hasta donde nadie pudiese verlos - Yo, quiero confesarte algo -

Esas palabras despertaron en la chica ilusión - Claro, dime -

Levi observó el reloj de su muñeca y vió la hora - Llegó la hora, debo marcharme -

- Está bien - Dijo comprensiva - Quizá... Podamos volver a vernos -

- Eso deseo - Tomó sus manos y las sostuvo entre las suyas - Pero me temo que no podrá ser pronto -

- Oh, vaya. Entiendo - Contestó cabizbaja.

Él levantó su barbilla e intentó reanimarla - Pero volveré el próximo año. Siempre vuelvo -

Ante los ojos de la chica estaba sucediendo algo que ni siquiera ella podía explicarlo. La figura visible de aquel seductor hombre estaba desapareciendo, volviéndose translúcido y borroso.

- ¿Que... Que está pasando? - Preguntó euforica.

- Perdóname. No pude evitar enamorarme de ti... De otra Ackerman -

- ¿Otra? ¿A qué te refieres con eso? - Estaba confundida.

- Cada año vuelvo, vuelvo para visitar la tumba de mi amada Mikaela Ackerman. Ella murió de neumonía poco después de comprometernos y yo... Morí tan solo un mes después de depresión, recostado en el sofá y con 10 días de no haber probado alimento alguno -

- Que terrible - Mikasa rompió en llanto al escuchar la triste historia del hombre del cuál se había enamorado esa tarde.

- Pero éste año me lleve una sorpresa al encontrarte en el mismo mausoleo de mi amada. Ahora tengo una doble razón para volver cada año. Quiero volver a verte... Ver a la sobrina de Mikaela ser feliz - Acarició su mejilla y antes de desvanecer por completo, se escuchó decir - Ojalá yo pudiera hacerlo. Ve y conoce a un hombre que te ame tanto como para morir por ti -

Fin.

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Nos leemos pronto 💕✨

Un Fantasma Enamorado (RivaMika){Oneshot}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora